La novela El tercer paraíso: ‘abre una puerta a la esperanza ... frente a las tragedias colectivas’

Kevin Aragón 

Tras poner un freno temporal a su vertiginosa carrera como periodista, en la que siempre ha defendido el carácter literario de esta profesión, el chileno-argentino Cristian Alarcón fue galardonado con el Premio Alfaguara 2022, por su novela El tercer paraíso, que estará en librerías a partir del próximo 24 de marzo. 

El jurado—integrado por Fernando Aramburu, Olga Merino, Ray Lóriga, Paula Vázquez, Marisol Schulz y Pilar Reyes—, después de hacer una liberación en la que se seleccionaron siete novelas de las 899 que fueron enviadas desde México, España, Argentina, Colombia, Chile, Perú y Uruguay, decidió otorgar por unanimidad este galardón. 

 Al destacar el vigor narrativo de esta novela con estructura dual, los jueces afirmaron en el acta que El tercer paraíso es una obra que “abre una puerta a la esperanza de hallar en lo pequeño un refugio frente a las tragedias colectivas”. 

El tercer paraíso relata, haciendo uso de dos líneas narrativas, la historia de una familia proletaria campesina del Sur de Chile y la vida contemporánea de un personaje que se reencuentra con sus ancestros al cultivar su jardín. Así, a lo largo de los capítulos, Alarcón ahonda en hechos históricos como el terremoto en Chile de 1960 y el golpe de estado contra el gobierno de Salvador Allende en 1973.  

Durante el evento el autor Cristian Alarcón, que se enlazó de manera virtual hasta el Casino de Madrid donde se entregó el premio, relató que esta novela fue escrita plenamente durante la pandemia y tras haber sobrevivido al contagio del Covid-19 que lo llevó a recluirse en los lugares donde suceden los acontecimientos narrados en el escrito ganador. 

Sobre los motivos que lo llevaron a la escritura de esta novela el autor mencionó: “Yo me reencontré con algo que tiene que ver con mis ancestros y la profunda relación que hoy muchos necesitamos con la naturaleza. Esto nos resulta un alivio y una aventura de conocimiento y aprendizaje vital de las circunstancias en las que nosotros mismos, como humanos, nos hemos puesto hasta llegar hasta este punto de crisis global y en que experimentamos en lo cotidiano estos nuevos sufrimientos”.

De igual modo, sobre la estructura dual del escrito y su conformación de capítulos cortos dijo que “quería que esta obra fuera concisa en el sentido de atravesar una experiencia como las que atravesamos en la pandemia, en que son ráfagas y no tienen continuidad”. 
 

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