Por Gerson Gómez
Contrario al sexenio anterior, Samuel García Sepúlveda se interesa y se apoya en los consejos de su coordinador de Comunicación Social.
Glen Villarreal Zambrano entiende el peso del internet en las generaciones emergentes. Quienes se han despegado de los medios ordinarios, como el periódico, la televisión y la radio.
Samuel y Glen utilizan el equipo, de manera frecuente, el sistema de Radio y Televisión de Nuevo León, el defenestrado Canal 28 y las dos señales en amplitud modulada y de frecuencia modulada.
El canal 28 cada vez alicaído y defenestrado, desde la administración de Jaime Rodríguez Calderón, en caída libre por sus directores.
Del reportero de locales del periódico El Norte, Osvaldo Robles López, quien perdió el juicio de amparo con el que pretendía librar una investigación por posibles actos de corrupción señalados por la Auditoría Superior del Estado de Nuevo León.
Pasando a Olga Nelly García, la locutora y motivadora, quien sólo se asqueó de la burocracia y renunció.
Diana Adame, persona de todas las confianzas de Jaime Rodríguez, suplió a Olga Nelly. Cortó parte del personal añejo e inoperante. Situación complicada curada con su salida y llegada de una exiliada norteña en Texas, la comunicadora Susana Valdés Levy, hasta el final del sexenio.
Con el triunfo de Movimiento Ciudadano, el retorno del referente, Osvaldo Robles López, regresó y ha tratado de mantenerse en la dirección del canal 28.
Robles López, pasó por alto el pago que acredite los derechos de uso de espectro radioeléctrico de las frecuencias de radiodifusión administradas por esta empresa estatal, así como de los patrocinios y donaciones obtenidos durante su administración y el documento que acredite el destino de los recursos.
El gobernador tik toker, Samuel García, sabe de las irregularidades de Osvaldo Robles López durante su gestión como director del Canal 28.
Les cuento, en breve, mucho de la barra de programas y desde la dirección, anticipa la caída de Robles y de muchos de sus colaboradores.
Tomando en cuenta, además, como oculta la nómina de la televisora, los de base, incluyendo a los de honorarios.
Muchos de ellos, a quienes ya Diana Adame había despedido y que Susana Valdés Levy regresó a laborar a destajo.
A quienes puntualmente se les cubre el sueldo con la simulación laboral, como pro bonus, a su servilismo y silencio.
