Ale Zéguer: Pierde un amor y gana una canción

Foto: Westwood

Por Carlos Meraz

El desaparecido actor y director italiano Massimo Troisi advirtió que “el sufrimiento en el amor es un vacío a perder: nadie puede ganar, excepto los cantautores que hacen las canciones”. Paradójico resulta para el compositor que entre más fracasa en el amor en su vida personal, más inspiración tiene para su repertorio en la faceta laboral, tal y como lo ha constatado y asimilado Ale Zéguer.

La compositora lanza Años luz, tema de avanzada de su álbum debut, titulado Mis no-lugares, y anuncia su gira Antes del disco por 12 ciudades del interior del país, que iniciará el próximo 3 de febrero, en Torreón, Coahuila, y concluirá el 6 de marzo, en su natal San Luis del Río Colorado, Sonora.

Anteriormente Zéguer se dedicó a componer piezas musicales para artistas como Alejandra Guzmán, Danna Paola, María José, Matisse y Yuridia, entre otros.

Años luz es el resultado de 10 años en la CDMX buscando mis sueños y tocando puertas”, afirmó acerca del single cuyo falsete recuerda al de Halo, el hit global de Beyoncé de 2009, con una power ballad con reminiscencias góspel.

LOS ESPACIOS TRANSITORIOS

El antropólogo francés Marc Augé acuñó el término “no-lugar” para referirse a espacios transitorios que no poseen la suficiente importancia para ser catalogados como lugares, ya que no personalizan ni aportan identidad, como sería el caso de un aeropuerto, una autopista, un centro comercial, una habitación de hotel o un supermercado.

Ale Zéguer se inspiró en ese neologismo —introducido por Augé en su obra de 1992, Los no lugares, espacios del anonimato: una antropología de la sobremodernidad— para titular su primer disco, que se lanzará a finales de abril o principios de mayo próximos.

“El concepto del disco está basado en amores que llegaron a mi vida y no se quedaron. Las 11 canciones son historias reales, dedicadas a personas transitorias en mi vida.

“La composición sana el dolor, por eso me ayuda mucho escribir, además de que vivo para contar historias. Ahora ya entiendo que lo peor que me puede dejar el desamor es una canción y, al final, siempre salgo ganado”, advirtió Zéguer.