Por Carlos Meraz
La escritora chilena Isabel Allende describió la dolorosa aventura de transitar a otro país en busca de una nueva vida: “El exiliado mira hacia el pasado, lamiéndose las heridas; el inmigrante mira hacia el futuro, dispuesto a aprovechar las oportunidades a su alcance”. Eso también es Inmigrantes, el grupo argentino para el que sus sueños no tienen fronteras, como tampoco su sonido.
En su nuevo álbum, titulado América, la dupla porteña, compuesta por los gemelos Pablo y Carlos Silberberg, reivindica su nombre y ofrece un viaje onírico sonoro por las canciones que surgieron en diferentes latitudes y paisajes del continente.
“De alguna manera siempre estamos en la frontera musical y por ello creemos que también somos una suerte de anarquistas.
“Ahora cambiamos hacia una sicodelia pop, ya que no somos tan rockeros para decir que hacemos rock, ni tan poco tan poperos para decir que hacemos pop”, advirtió Pablo, el hermano mayor por cinco minutos.
Del disco América, producido por Ettore Grenci, ya se habían difundido previamente los cortes Cenit, Propaganda, Céu da Luisa, La melodía de Nelson y Halloween, y ahora estrenan el quinto single Nube negra.
INMIGRANTES, NO TURISTAS
La banda originaria de Avellaneda, provincia de Buenos Aires, una vez más muestra que lo suyo es viajar ligero y con la mente abierta para llegar a su destino: un sonido renovado.
“Dejamos que el corazón palpite con la basura que escupe la mente. Y el disco tiene una carga de cierto anhelo, del sueño que vive en la memoria.
“Además es una colección de canciones que te permiten viajar estando quieto, echando a volar la mente y siendo una buena compañía. Por eso nos llamamos inmigrantes y no turistas”, precisó Carlos, el hermano menor.
América, de Inmigrantes, se lanzó el pasado 29 de enero y ya está disponible en todas las plataformas digitales.
