Lady Argentina

Espada de Dos Manos

Por Marcelo Fabián Monges

Lo primero que me pregunto es ¿por qué tengo que escribir esta columna? La respuesta a esa pregunta mía es: porque lo siento. Siento necesario aclarar que sucede con este tipo de expresiones y de actitudes como las de Lady Argentina y consecuencias que la gente en México no sabe.

Lo primero que tengo que contarle es que este tipo de personajes, como Lady en Argentina tienen muchos problemas. Por ejemplo, cuando muchos personajes como estos van al interior del país gritando y llevándose todo por delante, los descuentan, sin medias tintas, y sin muchas palabras, algo que les pasa particularmente en Córdoba, mi provincia natal, donde la gente es muy práctica y no se anda ni con tantos gritos ni con tantas vueltas.

Soy argentino y cordobés, a mucha honra. Y repruebo completamente la agresión gratuita e inmerecida de Lady Argentina con la mujer con la que discutía diciéndole India Horrible.

Tal vez deba contar que vine a México por primera vez en 1994, a hacer un libro sobre el conflicto de Chiapas. Para eso entré unas 30 veces a la Selva Lacandona, estuve semanas allí, y entrevisté a prácticamente todos los principales actores del conflicto, entre ellos desde luego al Obispo Samuel Ruiz García y al Subcomandante Marcos. Desde antes de llegar a México reivindicaba la causa indígena, los derechos indígenas y por lo tanto, las causas del levantamiento.

Mi experiencia con esas comunidades en la Selva Lacandona solo profundizó esa empatía por esas comunidades.

Creo que son muchas las cosas en las que tendría que reparar Lady Argentina, o Julieta Barrionuevo, como es su nombre, la primera es que ella no es en absoluto guapa, sino más bien todo lo contrario, como para insultar a alguien diciéndole “horrible”. Más bien creo que Lady Argentina antes de decirle horrible a nadie tendría que mirarse al espejo, tal vez así, sólo con eso, obtendría una dosis súbita de humildad.

La segunda es que ella se encuentra en un país con un altísimo porcentaje de población indígena, y si eso le molesta o no le gusta, es ella la primera que tendría que preguntarse ¿Qué hace en México entonces? ¿Qué hace Lady Argentina en un país del que no le gusta su gente?

Podría defender a la mujer insultada, con una expresión discriminatoria como mexicano, puesto que ha esta altura ya estoy nacionalizado, pero prefiero hacer las aclaraciones del caso como argentino, porque en México la gente no sabe que este tipo de personajes, en Argentina tienen muchos problemas.

A esto hay que sumarle que esa desubicación, como la de personajes como Lady Argentina y su pareja, Alejandro Montes de Oca solo logran que se estigmatice a los argentinos en general, de manera inmerecida, puesto que no es la mayoría de los argentinos quienes son capaces de estas faltas de respeto a los demás.

La reacción de los mexicanos me parece absolutamente lógica, lo sienten como una agresión externa, y se sienten agredidos en conjunto.

Viviendo en México he aprendido que si uno necesita algo, cualquier cosa y habla bien, acá cualquiera te ayuda. Si algo tienen enorme los mexicanos es el corazón. Y si algo digo sin el menor recaudo es que la solidaridad de los mexicanos es un ejemplo para toda la humanidad.

Tal vez por esto, siendo muy sincero, tengo que decir que las expresiones de Lady Argentina me duelen, me duelen como argentino y como mexicano.

Siempre digo que los pueblos, las sociedades, son como las personas, todos tenemos defectos y virtudes, todos tenemos cosas buenas que otros no tienen y otros tienes virtudes y cosas buenas que nosotros no tenemos. Pero la manera de aportarle a una sociedad y crecer en conjunto y contribuir a su evolución nunca podrá ser el insulto, la violencia, la descalificación.

Lady Argentina y su pareja deberían ofrecerle disculpas a todos los mexicanos, de forma urgente, porque todos se sienten agredidos en sus insultos. Y Lady Argentina y su pareja deberían ofrecerle disculpas también a todos los argentinos, a los que hace estigmatizar, por una conducta de ellos completamente inapropiada, que se toma como si fuera representativa de la “manera de ser argentina” y en realidad no lo es.

Creo que Lady Argentina, o Julieta Barrionuevo, y su pareja, Alejandro Montes de Oca, deben aprender que sin respeto no hay nada. Sin respeto nada es posible, estar en otro país o en el propio no es posible.

Desconozco los motivos que originaron el episodio. Al parecer uno de los dos bandos defendía unos árboles. Tal vez Lady Argentina y su pareja tenían razón en defender los árboles. Es cierto que muchas veces los trabajadores enviados por las ahora alcaldías podan los árboles de una manera irracional. Mucho más allá de lo que hace falta. En lo personal he propuesto, a través de la Fundación Conciencia y Dignidad muchas veces, incluso intentado que tomara esa bandera la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que se considere a los árboles un bien público. Con mayor razón en una ciudad que tiene graves y permanentes problemas de contaminación.

Pero el camino para lograr algo no puede ser el insulto.

Y el hecho de descalificar a alguien por su condición racial, porque decirle “india horrible” a alguien, es algo que no se puede aceptar de ninguna manera. Eso es racismo.

Importante: Este contenido es responsabilidad de quien lo escribe, no refleja la línea editorial del Diario de México