Una mujer que llora en la calle y la justicia en la Ciudad de México

Colonia Doctores

Espada de Dos Manos
Columna de Opinión
Autor: Marcelo Fabián Monges
Escritor y periodista
Martes 4 de junio de 2024

 

Una silueta lejana de mujer se contornea con signos de dolor. Tiene la frente inclinada y el rostro tapado con una cabellera larga, que tapa la mano con la que se enjuga las lágrimas.

Al lado de la mujer hay una señora mayor que la consuela. De casualidad me encuentro con una amiga a la que había ido a visitar. La amiga con la que hablo, a una media cuadra del lugar donde sucede esa escena, había pasado caminando al lado de ellas y mirando hacia el lugar, me dice: esa chica está mal. ¿Qué tiene le pregunto? Está llorando, me dice. Entonces despido a mi amiga y me dirijo hacia el lugar. Le pregunto a la chica si estaba bien. La chica lloraba sin responderme. La mujer me dice, le pegó su novio. Entonces le pregunto a la chica ¿Cómo está? ¿Cómo se siente? Y me responde que un poco mareada porque el novio le golpeó la cabeza contra una pared, y me muestra moretones en los brazos. 

Mujer golpeada por novio

Entonces me pongo a convencerla de que lo denuncie. Y le digo que se salvó de esta, pero no sabe si se salvará de la próxima, porque un golpeador es así. Aquí hay machos que creen que tienen derecho a golpear a una mujer. La señora que acompaña a la chica me dice, justo le estaba diciendo eso. La chica acepta denunciarlo. En diagonal, justo en esa esquina, que es la de Lago Mask y Laguna de Términos hay un módulo de policía. Entonces nos cruzamos los tres, y nos dirigimos al módulo de policía. Allí le pido a un agente la atención para que por favor llamara a una patrulla para que llevaran a la chica a hacer la denuncia. Dejo a la señora con la chica en el módulo de policía mientras me voy hasta un negocio que se encuentra a unas tres cuadras. Cuando regreso, la mujer con la chica, todavía seguían en el módulo de policía. Habían pasado unos 40 minutos. Entonces le pregunto al policía ¿Por qué no había llegado la patrulla? Me dicen que ya la llamó pero no viene. Entonces le tomo fotos al policía. Cuando ven eso otros policías del módulo también salen, y me toman fotos. Y les pregunto si nada más le están haciendo al cuento o van a ayudar a la chica. Me responden que la patrulla no viene porque seguramente tienen muchas emergencias. Entonces decido llamar a la oficina del Fiscal de Justicia de la Ciudad de México, Ulises Lara López. Me toman la llamada y me preguntan cuál es la situación y me piden los datos y la ubicación. Cinco minutos después, una camioneta llena de policías se dirigía hacia el módulo. Como había tráfico y la camioneta no podía llegar, una mujer policía se bajó y llegó corriendo hasta el módulo para atender a la chica. Esta policía atendió ejemplarmente a la mujer violentada por el novio. Le pregunta el nombre, y ella responde que se llama Silvia Joselyn. Le pregunta qué le pasó. La chica le muestra los golpes. ¿Quién te golpeó? le dice la mujer policía. Mi novio, le dice Silvia Joselyn. ¿Y dónde está tu novio? Le pregunta la mujer policía. En su casa, le responde la chica llorando. 

¿Y dónde vive? Le pregunta la mujer policía. Acá atrás le dice, a media cuadra. Lo que sucedió a continuación fue digno de una serie de Netflix. Cinco policías rodeando a Silvia Joselyn, junto a la mujer policía se dirigieron rumbo a la casa del golpeador. Entonces el maltratador de pronto abrió la puerta y vio cómo la misma novia a la que había golpeado, llegaba con cinco policías para que lo detuvieran. El sujeto se llama Leonardo "N" y tiene 21 años. Se lo llevó detenido la Unidad MX 345 Z1 a cargo del policía 531312 Luis Enrique Reza Paz y la policía segunda 530446 Dolores Cárcamo Riveros. 

En la foto, Leonardo Jiménez, golpeador de mujeres.
En la foto, Leonardo 'N', golpeador de mujeres

Al detenido lo trasladaron a la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México, por el delito de violencia de género. Allí quedaría detenido en la dependencia ubicada en la calle Digna Ochoa y Plácido esquina Doctor Lavista, Colonia Doctores. 

Esta es una historia real. No es lo que cuentan ni lo que dicen de la Procuraduría de Justicia respecto a la atención de la violencia de género. Esto lo vi yo, no me lo contó nadie. 

La atención de la Procuraduría, al menos en este caso, fue ejemplar. 
 

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