Cuando es hora de cambiar el modelo de negocios

 
Por David Somoza Mosquera

Un modelo de negocio es el modo en que las empresas crean, entregan y capturan valor. Se trata, por lo tanto, de la lógica del negocio y es siempre el resultado de una serie de reflexiones y decisiones estratégicas. Sin embargo, no se trata de un proceso estático sino dinámico, donde la innovación juega un papel clave en el éxito actual y futuro de las compañías bien sean nuevas o ya establecidas.

De allí que haya momentos, situaciones o crisis —en caso extremo— cuando las empresas deben propiciar cambios en los modelos de negocios. Abrirse a las transformaciones ciertamente trae consigo temor ante la incertidumbre de lo que vendrá, pero es importante superarlo y seguir adelante.

Por eso, lo ideal a la hora de cambiar un modelo de negocios es tener presente que la originalidad puede marcar la diferencia no solo frente a la competencia, sino también ante los propios clientes y consumidores.

Ese valor extra que se le puede dar al mercado será lo que, a la larga, determine el éxito o fracaso de un negocio. Así que para que el modelo de negocios sea efectivo hay que estudiar el entorno en el cual la empresa se desenvuelve, cotejar las oportunidades y enfrentar los posibles obstáculos con éxito. Hay que ver los problemas como la oportunidad de crecer y avanzar.

En esa tarea es importante estar al día con las tendencias que marcan la pauta en la rama del negocio que se está enfrentando. No tiene sentido buscar y aplicar aquellas que son ajenas a la empresa que quiere dar ese nuevo paso.

Tener claro el terreno que se va a abordar representa casi la mitad del éxito asegurado. El resto se consigue haciendo jugadas estratégicas, las cuales, junto con los estudios de mercado, permitirán conocer el comportamiento de los consumidores hacia los bienes y servicios que presta la compañía; qué espera el público de esas novedades que se ofrecerán y cómo hacer que perdure en el tiempo. 

Todos estos factores deben tomarse en cuenta cuando se decide cambiar la orientación ya establecida, o cuando se quiere establecer algo nuevo.

Ver más allá de la competencia también es importante. Normalmente, cuando se quiere hacer una transformación se busca qué le falta a los similares para ofrecer esa ausencia como el factor a explotar, a fin de cubrir ese nicho.

 Sin embargo, ver la experiencia de otros empresarios y líderes exitosos, que no necesariamente deben ser del mismo ramo, también resulta una buena opción. De esta manera se amplía el radio de acción, sin copiar lógicamente, pero sí adoptando aquellos modelos y estrategias que, en la práctica, ya han sido probados y funcionan.

Así se garantiza que esa transformación que se busca llegará a buen puerto.  El éxito de este cambio se verá en la operatividad y rentabilidad de la empresa a largo plazo.