Mujeres amando en exceso: 'Trilogía del Querer Querer'
Por Jesús Delgado
Otto Minera, director de la obra teatral Trilogía del Querer Querer, afirma que “el constante nivel de violencia ejercido contra las mujeres jóvenes en nuestra sociedad permite reflexionar sobre las relaciones románticas y sus peligros inherentes”; dicha motivación para emprender este proyecto es pertinente, precisamente porque invita al espectador a cuestionarse la forma en la que el concepto del amor romántico puede tergiversarse y llevarnos a los seres humanos -en esta obra se hace énfasis en la mujer- a mantener relaciones tóxicas o situaciones peligrosas, que resulten autodestructivas; capaces, además, de exponernos a depredadores o abusadores.
En los tres textos que conforman esta trilogía: Un novio que tuve, Amor a los veinte y Aguacero, los dos primeros escritos por Neil Labute y el último por José Rivera, el amor es una emoción intensa e incontrolable, las mujeres representadas están embriagadas de amor y a punto de perder el control de sus acciones, si es que no lo perdieron ya. Si bien, por momentos, es divertido y emocionante ver todo lo que estas féminas sienten, hacen o están dispuestas a hacer, resulta también doloroso presenciar cómo se han convertido en víctimas de un amor, tan romantizado e idealizado, que las ha hecho olvidarse de sí mismas y de su bienestar.
¿En qué medida nuestra cultura y sociedad son responsables de idealizar el concepto del amor romántico? ¿Realmente debemos necesitar a quien amamos? ¿Amar es sufrir? ¿Sin dolor no te haces feliz? ¿Realmente nuestra pareja es nuestro amor, nuestra vida, nuestro príncipe o princesa? ¿Estamos conscientes de todo lo que implica tan solo verbalizar este tipo de afirmaciones o freses hechas?
La obra es una excelente oportunidad para plantearnos estas interrogantes y, desde luego, no da respuestas, sino que nos hace llevarnos la reflexión a casa. Los monólogos, escritos y dirigidos por hombres, son encarnados por una actriz, Leilani Ramírez, y esto le da una perspectiva particular al proyecto, ya que el hecho de que el punto de vista de su primera concepción venga de artistas de un género distinto al de los personajes, permite cierta distancia y preocupación en una capa profunda de su creación; pero, al mismo tiempo, al tratarse de grandes maestros, como Labute, Rivera y Minera, está garantizado el respeto, la empatía y -me permito afirmar-, que también el amor hacia estos personajes, en primera instancia; pero extensivo al género opuesto, ya que la mujer resulta enaltecida con estos monólogos, como amante pero también como amada.
El trabajo escénico es altamente recomendable, Minera es preciso en la dirección y se apoya en el movimiento, las acciones físicas y el gesto, para lograr una conexión con las palabras y los subtextos de estas tres historias, escritas por dramaturgos de primer orden, LaBute y Rivera, ambos contemporáneos y más reconocidos por sus guiones para el cine, tales como En compañía de hombres (1997), o Diarios de motocicleta (2004), respectivamente.
La interpretación de Leilani Ramírez es electrizante, muestra poseer una fuerza, sensibilidad y versatilidad verdaderamente notables. Su expresión corporal es impecable y logra transmitirnos todos los matices por los que atraviesa cada personaje.
El equipo artístico de este trabajo lo integran también María y Tola Figueroa en el vestuario, Jorge Kuri en la iluminación, Aketzali Reséndiz en los peinados, Itzcóatl Pérez en el sonido y Kenia Celic en la producción.
Trilogía del Querer Querer está a punto de finalizar temporada, solo le queda una función, la de este próximo sábado 27 de julio, a las 18:00 horas, en la Sala Novo del Teatro La Capilla, ubicado en la Calle Madrid Nro. 13, Coyoacán, CDMX. Hágase un favor y no se la pierda.