Los errores que algún día se pagarán

Todos los humanos cometemos errores, unos más y otros menos, pues todo depende de la situación o inteligencia que se tenga. 

Algunos cometen errores por inercia y otros porque no aprenden de los tropiezos o lecciones que se tuvieron que haber aprendido desde el último error. 

Unos culpan al pasado de los errores que cometieron o que siguen cometiendo; otros saben que han errado y tratan de aprender para no volver a caer en el mismo hoyo. 

Algunos otros creen que los errores nunca se pagan, pero la vida es tan sabia y tan impredecible, que todo se paga en cualquier momento. 

El presidente López Obrador junto con su Gobierno piensan que cometer errores es algo común y se les debe perdonar, pues son “nuevos” y diferentes a los de antes. 

Cuando los errores sobrepasan al presidente o a algún funcionario de la cuarta transformación, entonces el recurso más sencillo es culpar al pasado y así, lavarse las manos de toda culpa que hubiera podido incursionar.

El Gobierno de la 4T piensa que la gente perdona muchas cosas, pues el PRI y PAN robaron mucho más y fueron los que hicieron que el país esté de la forma en la que lo vemos hoy en día. ¿Qué más puede pasar? Al cabo, nada más llevan un año y ellos son “honestos”; todo se barre de arriba hacia abajo. 

El narcisismo y la egolatría de Andrés Manuel lo han llevado a tomar decisiones que han creado incertidumbre en la economía y política nacional, por lo cual no sólo se arrastra a los fifís, sino también a los pobres.

Dividir a la sociedad mexicana es un error que el presidente pagará en 1 o 2 años más. Habrá un divisionismo tan fuerte en México, que aunque él pida unidad, lo único que se creará es más desunión y clasismo. 

Aunque diga y perjure que la libertad de expresión existirá en su sexenio, sus mismos seguidores serán los que intimiden y aplasten a toda aquella persona que critique o publique algo en contra del presidente (ya se ve desde ahora).

La sociedad mexicana hasta cierto punto se cree las mentiras o las palabras bonitas, pero si esto es repetitivo a diario, entonces se vuelve un cansancio y hasta un hartazgo que puede provocar el rechazo al presidente o a su proyecto. 

Andrés Manuel no entiende que un error gravísimo es decir mentiras todos los días y piensa que la gente (en general) lo apoyará aún cuando no haya resultados de ninguna índole. 

Poco a poco se empieza a ver el rechazo de la gente cuando él realiza sus diversas giras presidenciales por el país. 

Prometer algo que no se puede resolver o hacer en un tiempo determinado es un error, y es también lo que no ve el presidente. 

No es sano prometer y luego cuando se llega a una fecha fijada por él mismo, y no está resuelta la promesa, entonces utiliza el recurso de que “el pasado nos dejó un cochinero”. 

¿En qué momento se le va a tomar enserio al presidente? 

En todas las esferas del país se siguen cometiendo errores, los cuales no han cesado, sino siguen dándose de manera natural: errores políticos, económicos, de inseguridad (criminal), financieros, de salud, etc. 

Esas cuestiones llamadas errores hubieran sido criticadas por el mismo presidente Andrés Manuel, si Peña Nieto o Calderón estuvieran en estos momentos en el poder; y el problema es que López Obrador no se da cuenta que él mismo está haciendo lo que odiaba tanto de los demás. 

La llegada del INSABI suponía un canto de victoria en el Sector Salud y con eso saldría el sello neoliberal llamado Seguro Popular. Se perjuró y se dijo con jubilo de gloria que “todo sería gratuito”, pero la realidad y el destape en medios “conversadores” (los que critican) nos hizo ver que los testimonios de personas decían completamente lo contrario: estaban pagando más que antes. 

Después de días de criticas y culpar al pasado de nueva cuenta, el presidente prometió que “a más tardar” el 1 de diciembre de 2020 ya sería todo completamente gratuito y sin ninguna falla.  

¿La gente tendrá que no enfermarse hasta que ya todo sea gratuito en el INSABI? ¿Cuánta gente morirá o convalecerá hasta el 1 de diciembre?

La protección a Manuel Bartlett es un error que algún día lo pagará el presidente junto con su gobierno, y es tan difícil defenderlo, que ya no saben qué inventar o sacar para exonerarlo de toda presunta culpa.

Napito y todo el grupo mafioso que están gobernando bajo el slogan de “ya no existe la corrupción” es un error que se pagará tarde o temprano con una baja de popularidad o chiflidos/groserías al presidente en sus mítines. 

Los errores se acumulan y son contados por los críticos y opositores, los cuales no perdonan nada. 

Cuando los errores lo rebasen al presidente y se sienta ahogado, entonces su único recurso será culpar al pasado por haberle dejado un país en llamas. Así se irá todo el sexenio: echar culpas y nunca comprometerse a lo que ya es de él. 

 

Notas finales: La opinión de Ricardo Ortiz Esquivel está de vuelta. Esperen más opiniones. Saludos.