Redacción/El Universal
Ciudad de México.- Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, informó que en el asesinato de los cinco jóvenes en Nuevo Laredo, Tamaulipas, a manos de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), los civiles ni estaban armados ni se enfrentaron a los militares.
Al ser abordado por medios de comunicación al interior de la Cámara de Diputados, Encinas puntualizó que, la dependencia adscrita a la Secretaría de Gobernación (Segob) que encabeza, se pronunciará al respecto cuando la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) dé a conocer los resultados de la investigación que se le mandató.
Pero confirmó que no hubo enfrentamiento armado durante los hechos, y aseveró que “independientemente de quienes eran, fueron ejecutados”.
Señaló que, desde su punto de vista, es evidente que existen elementos para acreditar que se trató de una ejecución, pero “esperemos a que venga la conclusión de la investigación de la CNDH para dar cuenta de qué pasó”, indicó.
Respecto de las críticas que han surgido por parte de la ciudadanía por el caso, Encinas dijo que si bien, los militares tienen derechos, “quien infringe la ley y comete un delito, debe cumplir con su responsabilidad”.
Consideró que la indagatoria debe incluir a la cadena de mando y no solo a los elementos que accionaron las armas.
