Reactivan hipótesis de funerarias en caso Ayotzinapa tras nuevas detenciones
La investigación sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa tomó un nuevo rumbo. Las autoridades mexicanas detuvieron recientemente a 10 personas vinculadas al caso. Entre los capturados figuran los dueños de dos funerarias en Iguala, Guerrero. Esto reactiva la teoría sobre la posible cremación de los estudiantes en hornos privados.
La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó estas acciones tras una reunión con los padres de las víctimas. La mandataria señaló que su gabinete busca reincorporar a expertos del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI). Sin embargo, integrantes clave de ese grupo negaron haber recibido contacto oficial hasta el momento.
Los nuevos detenidos
El perfil de los detenidos apunta a una arista poco explorada en las pesquisas anteriores. Las autoridades arrestaron a Rodolfo Rueda Mazón y a su hijo, Rodolfo Rueda. Ambos son propietarios de las funerarias El Ángel y Funerales Económicos Rueda. La policía también detuvo a Irving Arroyo, un ex trabajador de estos establecimientos.
El equipo de la Secretaría de Seguridad analizó diversas comunicaciones. Los agentes encontraron intercambios de mensajes entre los Rueda y miembros de Guerreros Unidos. Los dueños de las funerarias hablaron con criminales identificados como “El Gaby” y “El Chucky”. Estas evidencias motivaron el aseguramiento de las casas mortuorias entre octubre y noviembre pasados.
Indicios previos y consumo de gas
La hipótesis de los crematorios ha existido desde el inicio del caso. Investigadores anteriores revisaron el consumo de gas de las funerarias en 2015. Las empresas gaseras reportaron ventas aparentemente normales en las fechas del ataque. Sin embargo, existe la sospecha de que los registros pudieron ser alterados.
En diciembre de 2015 apareció una manta en Iguala. El mensaje señalaba directamente a la familia Rueda. El texto acusaba a los dueños de incinerar a los estudiantes. El GIEI exigió entonces agotar esa línea de investigación. Los resultados fueron limitados en aquel momento.
Testimonios clave
Declaraciones recientes de testigos protegidos reforzaron esta línea de investigación. El testigo identificado como “Neto” narró el traslado de cuerpos a la Funeraria Urióstegui. También mencionó un segundo lugar vinculado al servicio médico forense. Este sitio compartía instalaciones con la funeraria El Ángel.
Otro testigo clave, identificado como “Juan”, corroboró esta versión. Este cabecilla de Guerreros Unidos señaló a Nicolás Nájera Salgado y a otros criminales. Aseguró que llevaron restos de los jóvenes al crematorio de El Ángel. Según su testimonio, el uso de estos hornos para desaparecer víctimas era una práctica común del grupo criminal.
Los investigadores ahora centran sus esfuerzos en estas conexiones. Buscan esclarecer el destino final de los normalistas a 11 años de los hechos.
Fuente: El País