Netanyahu plantea el control israelí transitorio en la Franja de Gaza de la posguerra

Netanyahu

Jerusalén.- El primer ministro Benjamín Netanyahu planteó que, cuando termine la guerra, Israel podría encargarse de forma transitoria "indefinidamente" de la seguridad en la Franja de Gaza, donde los muertos ya superan los 10.300 mientras continúan los ataques por tierra, mar y aire de las tropas israelíes para destruir a Hamás.

"Creo que Israel tendrá, durante un período indefinido, la responsabilidad general de la seguridad, porque hemos visto lo que sucede cuando no la tenemos", aseguró anoche Netanyahu en una entrevista a la cadena estadounidense ABC, respondiendo a una incógnita que resuena desde que Israel emprendiera la ofensiva terrestre en la Franja hace diez días.

"Cuando no tenemos esa responsabilidad en materia de seguridad, lo que tenemos es una erupción del terror de Hamás en una escala que no podríamos imaginar", añadió en relación al brutal ataque del grupo islamista en suelo israelí el pasado 7 de octubre, que dejó 1,400 muertos -la mayoría civiles- y 240 secuestrados, y que provocó el inicio de la actual guerra.

Los intensos bombardeos israelíes y la agresiva ofensiva terrestre han causado ya más de 10,320 muertos, entre ellos 4,237 niños en la Franja de Gaza; mientras se sume en la peor catástrofe humanitaria de su historia, sin apenas comida, agua potable, medicinas o combustible. La ayuda humanitaria que entra a cuenta gotas es insuficiente.

El primer ministro -que aún no ha asumido ninguna responsabilidad sobre los fallos de inteligencia que permitieron la entrada a Israel de más de 3,000 hombres de Hamás para esa agresión sin precedentes- no especificó quién debería tomar el control de la Franja, gobernada de facto por Hamás desde 2007, después de la guerra.

"Aquellos que no quieran seguir el camino de Hamás", respondió vagamente Netanyahu, cuyas declaraciones contrastan con los mensajes de otros oficiales israelíes, que han insistido durante ese mes en que el país no tiene intención de volver a ocupar el enclave, hogar de 2,3 millones de palestinos y del que Israel se retiró unilateralmente en 2005.

Biden en contra de la ocupación

La administración Biden ha expresado su oposición a una reocupación israelí de la Franja y le ha planteado que elabore un plan sobre quién gobernará una vez Hamás sea eliminado del poder; mientras cada vez más miradas se tornan hacia una impopular Autoridad Nacional Palestina (ANP), que rige en zonas reducidas de Cisjordania, ocupada por Israel desde 1967.

De hecho, en su tercera gira por la región desde que empezó la guerra, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, realizó el domingo una vista inesperada a Ramala -capital administrativa de la ANP-, donde se reunió con el presidente palestino Mahmud Abás, muy deslegitimado entre la población palestina.

En su conversación con Blinken, Abás pidió el fin "inmediato" de la "guerra destructiva" entre Israel y Hamás y dijo estar dispuesto a "asumir responsabilidades" sobre Gaza en el marco de una "solución política integral".

Sobre el futuro político de la Gaza de posguerra, Itamar Yaar, coronel retirado del Ejército israelí, indicó hoy que una vez que Israel termine con el régimen de Hamás, "la única opción es que una fuerza internacional asuma el control transitorio", preferiblemente formado por países árabes de la región.

"No deberíamos ser nosotros quienes asumiéramos esa responsabilidad", señaló este experto en seguridad con amplia experiencia militar en Gaza.

Según Yaar, la alternativa "más realista" es que la ANP asuma el control político de la Franja post-Hamás, de manos de esa fuerza internacional transitoria; aunque admitió que es un planteamiento que no gozará de un amplio respaldo de la sociedad israelí, cada vez más derechizada y partidaria de la anexión de los territorios palestinos.

Alto el fuego

Hasta que se llegue a esa situación futurible, para lo que pueden quedar meses, en tiempo presente Netanyahu sigue descartando un alto el fuego que permita la entrada de ayuda humanitaria y un respiro para la población civil, que se ha visto obligada a evaucarse al sur bajo las bombas, a pesar de las reiteradas peticiones de EEUU y del resto de la comunidad internacional.

El líder israelí ignoró los llamados a un alto el fuego temporal de Blinken, en su vista del fin de semana, y volvió a hacerlo ayer en una llamada telefónica con Biden. Pone como condición previa la liberación inmediata de todos los secuestrados y solo se ha mostrado abierto a "pequeñas pausas humanitarias".

"En la práctica, pequeñas pausas -una hora aquí o allá-, según las circunstancias, para permitir que entren bienes humanitarios o que nuestros rehenes salgan”, afirmó anoche Netanyahu.

Mientras se producía esa conversación, la Franja de Gaza se recuperaba de los peores bombardeos desde que comenzó la guerra, la madrugada del lunes, que atacaron panaderías, carreteras, escuelas y hospitales, que causaron más de 240 muertos en pocas horas.