Vladimir Putin, presidente de Rusia, decretó luto nacional para el miércoles 28 de marzo en honor de las 64 víctimas mortales, del incendio que ocurrió en un centro comercial de la ciudad de Kémerovo, en Siberia.
En memoria de los fallecidos, de los cuales 40 fueron niños y adolescentes, las banderas que se encuentren en plazas y oficinas públicas de Rusia, ondearán a media asta y las actividades festivas serán suspendidas.
Por su parte Serguei Sobianin, alcalde de Moscú, anunció que en la plaza que es el centro de la capital se tendrá un lugar especial, para poder honrar a las víctimas del incendio de Kémerovo.
Por ahora, un centenar de profesionales se encuentran investigando el siniestro, para clarificar todos los hechos que provocaron el incendio; que ocasionó la muerte de 64 personas y lesionó a 69 más, mientras que 38 siguen desaparecidas.
Durante su visita al lugar del incidente, Putin prometió castigar a cada uno de los responsables, debido a que la alarma de incendios del centro comercial no funcionaba desde el 19 de marzo.
Ante los manifestantes que se reunieron hoy, para exigir una investigación y el castigo de los responsables, el vicegobernador de Kémerovo, Serguei Tsivilev, pidió perdón de rodillas y prometió encontrar a los culpables y localizar a las personas que siguen desaparecidas.
