El gasto imposible

Foto: Cuartoscuro

Por Gerson Gómez

De algo es seguro, el PRI en Coahuila retendrá la gubernatura.

La diferencia entre el puntero y el segundo lugar son irreversibles. La figura de Armando Guadiana no cristaliza a los indecisos. Sólo el voto duro de Morena y fragmentado por el PT hacia otro candidato.

En Palacio Nacional no supieron medir los tiempos. Tampoco el llamar a orden y disciplina. Al final, el senador Guadiana prometió inyectar recursos propios y de varios de sus donadores. 

Ya les pasó la charola a los empresarios agrícolas. Algunos, de buena gana y fortuna, lo observan como un personaje extravagante. Coahuila, contrario a Nuevo León, cuenta con puertos de embarque importantes en la frontera con los Estados Unidos de América.

Además de la zona independentista de la Laguna o hacia Monclova, Piedras Negras y las pequeñas poblaciones con pueblos originarios de América.

Saltillo continúa centralizando el poder, los recursos y hasta la idea de ser la Atenas del Norte.  Sus pensadores disfrutan de la vida serena. Sin ajetreos contaminantes o desempleo.

Las plantas armadoras, las universidades públicas y los cientos de coahuilenses emigrados a Monterrey, le extienden un certificado de autenticidad para el terruño.

No se olvidan de sus orígenes. En la diáspora se reúnen con regularidad sus hijos ausentes. Al menor indicio de necesidad se solidarizan.

Esos debieron ser los temas de la agenda de Guadiana. Antes de mantenerse aferrado a la derrota por segunda ocasión consecutiva, para el encargo de la gubernatura.

Coahuila es del PRI. Seguirá siéndolo. Como único estado sin alternancia en puerta. No importan los millones de gasto en campaña. Se irán al desagüe de la historia.