Instructivo de domingo

Foto: blanca_rovira / Pixabay

Por Gerson Gómez

Algunos conservan sus fotografías de infantes. Lo hacen llevados por la nostalgia en la forma pura. Las redes sociales inundan toda una galería de hace 20, 30, 40 o más años.

Acertamos a celebrarles. Tarjetas de consumo electrónico. Recargas para el celular o mejoras de equipo. 

Los niños de ahora ya no tocan a la puerta. Tampoco nos asustan con el asalto de preguntas incomodas. Pasan de la alegría a la tristeza en fracciones de segundo. Quieren todo. Ignoran las formas.

Amanecen un día urbanos. Ahora se asumen bélicos y tumbados. Nada los ruboriza. Los bienes familiares, incluyendo los de la recámara matrimonial, les pertenecen.

Si bien nos va, nos avisan quienes consumen mariguana o como el compañero con su hermano mayor contrataron una escort para casa.

Los domingos, para nuestros niños, es el plato de barbacoa recién salida. Las tortillas suaves. El refresco negro bien helado. 

Despreocupados, no preguntan por el trabajo o si hay escasez en el flujo de efectivo. La batalla permanente para llegar a fin de mes.

Tomemos el día sin equipo eléctrico. Vamos a enseñarles a disfrutar el silencio. Esa majestuosa paz cuando cantan los pájaros. Cubeta y trapo para limpiar el auto. Incluso hasta aspirarlo.

Luego, dígale a su hijo e hijas cuanto los ama. Recuerde: son prestados. Pronto se van del nido.