Por Gerson Gómez

Permiten entrar al territorio de la imaginación. Donde muchas veces vedan el tránsito. A los viajantes, la feria del libro de la UANL 2024, provee de las primeras actividades del año en Nuevo León.

Mientras nos sobresaturan de propaganda, cada uno de los títulos son pasajes interminables. Con la posibilidad de asentir o de mantener la creatividad.

Nuestro Centro Universitario Colegio Civil, afable para transitar sin prisa, a más de 200 mil estudiantes matriculados en la máxima casa de estudios, les brinda la experiencia de conocer de viva fuente a cientos de autores.

En las presentaciones ya pactadas, la Secteraría de Extensión y Cultura, promueve con la industria editorial vigente, además de los autores independientes, el eterno retorno a Ítaca.

El fondo editorial Nuevo León, Conarte, el Fondo de Cultura Económica, además de los sellos comerciales, fusionan a los lectores y a los escritores, en el patio central, tan armonioso.

Las salas menores, como la José Alvarado, la bastedad de barcazas con salud a construir las bibliotecas personales de los estudiantes.

Lectores profesionales, el círculo rojo de personajes de una ciudad donde las humanidades poco son apreciadas. Revalorar novelas revolucionarias, ensayos sobre la cotidianidad o la advertencia para evitar errores históricos.

Toda una tradición reencontrarse con el título dilatado de lectura en la época de pandemia. A eso se asiste a la feria de libros. Premiar a quienes durante el año se esfuerzan por mantener vigentes las recompensas de las ideas.

Feria del Libro UANL 2024, disertación para curar a la humanidad. Reencausarla al verdadero valor del milagro en bandeja de plata.