Con impacto estratégicamente social

Por David Somoza Mosquera
“No es necesario hacer concesiones cuando se trata de lograr un sólido desempeño empresarial y crear impacto social”. Esta es la premisa que maneja la firma Boston Consulting Group cuando se refiere al poder de las empresas socialmente transformadoras.
La consultora asegura que sus investigaciones y su experiencia trabajando con clientes de distintos sectores han demostrado que las empresas del sector privado pueden avanzar en cuestiones sociales críticas y, al mismo tiempo, mejorar su fuerza competitiva.
Ese es “el poder (y la promesa) de las empresas socialmente transformadoras”, asevera BCG en su análisis “The Power of Socially Transformative Business”. Ante ello, la pregunta que se hace la firma es: ¿Cómo las compañías pueden convertir esa promesa en realidad?
A lo que responde: “Las empresas más exitosas identifican dónde su propósito, estrategia y necesidades comerciales materiales se alinean y se superponen con la capacidad de abordar una necesidad social crítica”.
La alineación a la que hace referencia BCG puede ocurrir a lo largo de toda la cadena de valor empresarial. Por ejemplo, algunas compañías descubren que los nuevos productos y servicios pueden beneficiar a la sociedad y ayudar a que sus negocios prosperen.
De acuerdo con la consultora, otras empresas encuentran nuevos grupos de talentos en poblaciones desfavorecidas, “brindando oportunidades económicas y mejorando los resultados para esas comunidades y, al hacerlo, ven aumentos en la retención y la productividad de los empleados”.
Otras crean cadenas de suministro inclusivas, reduciendo su riesgo comercial y mejorando su reputación, al tiempo que “ayudan a garantizar los derechos humanos globales y mejorar las vidas de las comunidades necesitadas”.
Esos tres ejemplos ilustran, precisamente, lo que son los negocios socialmente transformadores y que la consultora define como “empresas con iniciativas estratégicas de impacto social que se basan en un caso de negocio sólido y se ejecutan a escala”.
Ahora bien, los detalles del impacto social generado y la ventaja competitiva obtenida varían según la industria y la empresa. Sin embargo, según Boston Consulting Group, todos esos ejemplos también subrayan la misma verdad: “ha surgido un poderoso argumento comercial a favor del impacto social estratégico”, que –a nuestro juicio- representa un nivel superior a las empresas socialmente responsables.
Estas últimas son organizaciones que adoptan prácticas éticas y sostenibles en toda su cadena de producción y comercialización, buscando no solo maximizar su rentabilidad financiera, sino también minimizar su impacto negativo en el medioambiente, la sociedad y la economía. Esto también es fundamental desde el punto de vista empresarial, solo que la tendencia actual es lograr un impacto estratégicamente social y transformador.
Y este impacto social implica una redefinición del éxito empresarial, donde la rentabilidad se equilibra con la creación de valor para la sociedad. Esto no solo es beneficioso para el entorno y la comunidad, sino que también puede ser una fuente de innovación y competitividad para las compañías. En una ecuación donde las empresas son socialmente transformadoras todos se benefician.

