El homenaje a Alekséi Navalny

Homenaje Navalni

Espada de Dos Manos
Columna de Opinión
Autor: Marcelo Fabián Monges
Escritor y periodista
Martes 5 de marzo de 2024


Navalny fue asesinado por Putin el 16 de febrero de 2024. Fue el mayor opositor que tuvo Putin, durante todos sus años de gobierno. Ya había sido mandado a envenenar por Putin, el 20 de agosto de 2020. En ese caso, como ya es casi una tradición para el gobierno ruso, Navalny fue envenenado con Novichok, un agente radiactivo. El Novichok fue diseñado para ser indetectable si se revisa al paciente mediante métodos convencionales de detección química. Ya lo había utilizado el gobierno de Putin para envenenar a un ex espía ruso en Londres en 2018, y en otras ocasiones. 

Ese 20 de agosto Navalny salvaría su vida gracias a su mujer, Yulia Navalnaya, quien le exigió a las autoridades rusas que su marido fuera trasladado a Alemania para ser tratado, porque en el Hospital de Urgencias Nº 1 de Omsk, le decían que su esposo no tenía nada, que no le encontraban nada. 

Navalny fue envenenado en agosto, para octubre, el médico jefe adjunto Anatoly Kalinichenko, encargado de monitorear la salud de Navalny, había renunciado. 

Pero las irregularidades en torno a la atención de Navalny en Rusia no terminarían ahí. El médico Sergei Maksimishin, jefe adjunto de anestesiología y reanimación, murió en febrero de 2021, cuando sólo tenía 55 años tras un ataque cardíaco y el médico Rustam Agishev, jefe del departamento de traumatología y ortopedia, en el mismo hospital, falleció en marzo de 2021 a la edad de 63 años, después de sufrir un derrame cerebral en diciembre, según da cuenta la BBC en diciembre. 

Si bien Navalny antes de ser envenenado por órdenes de Putin en Rusia era alguien que ya congregaba multitudes, después de su recuperación en Alemania adquirió una enorme fama mundial. Fue entonces cuando Navalny, una persona íntegra, al ver que los videos que ponía en línea alcanzaban la increíble cantidad de un millón de vistas en una hora, decidió volver a Rusia, a enfrentar a Putin. 

Fue el peor error de su vida. Un error que le costaría la vida. Y así lo digo en mi libro: Ucrania entre la esperanza y el infierno, en donde le dedico un capítulo entero al héroe que ha sido Navalny, en un capítulo que llamo “la entrega de los Oscar”, donde habló la mujer de Navalny, Yulia Navalnaya, en marzo de 2023. Allí, además de un momento hermoso, con un gran simbolismo en la política mundial, pronunció un mensaje muy emotivo .

Pero para entonces su esposo, Alekséi Navalny ya era prisionero de Putin, y no tenía salvación. 

Apenas Navalny regresó a Rusia, fue detenido por órdenes de Putin, el 17 de enero de 2021. Navalny no pasaría ni siquiera la revisión de pasaportes. Desde ese día hasta el 16 de febrero de 2024, Navalny sufrió su encarcelamiento bajo condiciones de tortura. El último tiempo en una cárcel de Siberia, conocida como “La prisión IK-3”, y por sus condiciones inhumanas, en una región donde hace como promedio 20 grados bajo cero.

Antes de ser trasladado a esa cárcel, en su destino anterior, Navalny para el 27 de septiembre de 2023, ya había pasado 12 meses en celdas de castigo. Algo prohibido por las reglas escritas del sistema penitenciario ruso, que establece que nadie puede pasar más de 15 días en celdas de castigo. 

Luego de haber comparecido en una audiencia judicial, el 15 de febrero de este año, en la que se le pudo ver de buen ánimo y buena salud, y en la que aprovechó para filmar un pequeño video, Navalny aparecería muerto al día siguiente, mandado a asesinar por Putin. 

El miércoles 28 de febrero de 2024 presentamos en el Congreso de la Ciudad de México, mi libro: “Ucrania entre la esperanza y el infierno”. La presentación comenzó con el pedido de un minuto de silencio en honor a Navalny. 

Homenaje Navalni

Dos días después, el viernes 1 de marzo, miles de ciudadanos rusos asistieron a los funerales del líder opositor más importante que haya tenido Putin: Alekséi Navalni. Allí, miles de rusos valientes, desafiando al gobierno de Putin, concurrieron gritando “Putin asesino” y “No a la guerra con Ucrania”. Una guerra que tendría una muy amplia oposición en Rusia, si sus ciudadanos no fueran encarcelados cada vez que salen a la calle a manifestarse.

En lo personal, me honra poder rendirle nuestro propio homenaje a Navalny, por pequeño que sea, en la presentación de mi segundo libro sobre la invasión a Ucrania. 

La presentación fue organizada por la diputada Polimnia Romana, una mujer valiente, con muchas tablas en el oficio político. Polimnia y su equipo se encargarían de que todo funcionara como un reloj, algo no siempre habitual en los eventos políticos en México. 

Homenaje Navalni

Independientemente de otras presentaciones de libros en mi vida, como de aquella en 1992, donde presentara mi primer libro en Córdoba, mi ciudad natal, y en la mesa estuviera el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, autor del prólogo de ese, mi primer libro, esta sería tal vez la presentación que más me gustó hasta ahora. 

Tal vez el detalle de los violines, para amenizar el momento del convivio posterior a la presentación, tal vez la precisión de los ponentes a la hora de hablar, los detalles de Polimnia Romana de las flores y el contexto general, la alegría sincera de todos. Pero lo cierto es que todo eso, inclusive el minuto de silencio por Navalny, que bien lo merece el líder opositor ruso, y que bien lo merece la humanidad, hicieron de la presentación un momento muy especial. 

Allí, el Doctor y abogado Francisco Plancarte hablaría del tema nuclear, y de las amenazas de Putin de utilizar armas atómicas, desarrollado a lo largo de mis dos libros sobre la invasión a Ucrania. Y lo haría con todo lujo de detalle y después de haber estudiado en profundidad las más de 880 páginas que suman ambos libros. 

Plancarte también detallaría las nuevas armas utilizadas por primera vez en una guerra y empleadas en la invasión a Ucrania, como los drones o los misiles hipersónicos. El catedrático también hablaría de la propuesta en la que trabaja hace años, para reformar la carta fundacional de la ONU, una organización que no ha servido para frenar la invasión a Ucrania, ni sirve en la actualidad para garantizar la paz mundial. 

Durante la presentación también mi amigo Rolando Solís, conocido como Rolando La Nota, un youtuber con miles de oyentes cada vez que realiza un programa, se encargaría del tema de Navalny, contándole a los presentes quién fue el líder opositor, y cómo había sido asesinado. 

Mi querida amiga Mónica López, líder de opinión, se encargaría de hablar del “espíritu del libro”, tal vez descubriendo como pocos el alma que lo impulsó. Habló de un término que dijo le gustó mucho, el de “ampliar el alma de la humanidad” una expresión que utilizo en la introducción del libro y cuya explicación y desarrollo yo enuncio, pero tal vez mereciera todo un libro por sí sola. 

Ilona Dluzhynska hablaría sobre la necesidad del apoyo a Ucrania en medio de esta guerra, y por lo tanto de lo buena y la necesidad de trabajos como estos libros, pero también nos contaría un poco sobre el enorme trabajo humanitario que realiza, consiguiendo fondos para prótesis para soldados ucranianos que han perdido un brazo o una pierna.

El amigo Jorge Lara, internacionalista, hablaría de las diferentes derivaciones de este conflicto, del lamentable papel de México en el plano internacional respecto a este conflicto. Y sobre esto hay que destacar que López Obrador, jamás condenó el crimen de Navalny ni lamentó su muerte. Actitud que se debe a que como líder es alguien que está encerrado en su pequeña mentalidad de Macuspana y como persona moral su alianza es con los criminales, tanto en el plano interno como en el ámbito internacional. Así lo ha mostrado el desfile de tripas rusas en el Zócalo de la Ciudad de México, como lo mencionó el Doctor Jorge Lara. 

Y al evento lo cerraría Polimnia Romana, con su visión humanitaria de la niñez en medio de la guerra de Ucrania, los efectos psicológicos en esa sociedad y en particular en los niños. Afirmando que los daños que dejará la guerra serán ´permanentes en toda una generación, al menos. 

Al final Polimnia Romana también le entregaría reconocimientos por haber asistido a todos los ponentes. Un detalle físico para el recuerdo, que dejaría a todos contentos. 

Homenaje Navalni

Necesitamos más gente con el sentido humanitario de Polimnia Romana. Necesitamos que al mundo la guerra en Ucrania, la injusticia, un crimen como el de Navalny no le sean ajenos. Porque la indiferencia sólo hace un mundo más pequeño, no un mundo más sano ni más humano. Con la indiferencia gana el crimen, triunfan los malos, la injusticia es pan de cada día, como está sucediendo en México. Para hacer un mundo mejor todos tenemos que ser protagonistas. Todos debemos levantar las grandes causas. Todos debemos formar parte del alma de la humanidad. 

Hay que mencionar que esta es la tercera presentación del libro: “Ucrania entre la esperanza y el infierno”. La anterior fue el 8 de noviembre de 2023 en el H. Congreso de la Unión, donde en la mesa participó la Embajadora de Ucrania en México, Oksana Dramarétska; Stephanie Henaro; Manuel Díaz, Desirée Navarro, el Diputado Riult Rivera, entre otras personalidades. Y el martes 31 de octubre el libre también tuvo una hermosa presentación, en la Casa de Cultura Reyes Heroles, de la Alcaldía Coyoacán, donde también asistió la señora Embajadora de Ucrania en México y el alcalde Giovanni Gutiérrez. Esa presentación fue organizada con particular talento y compromiso por Desirée Navarro.

[1] https://www.youtube.com/watch?v=yffm8my3waA