De José Emilio Pacheco, José Revueltas y Salvador Elizondo

Foto: Especial

Por Gerson Gómez

“Obra política” (3 tomos), de José Revueltas
Los presentes tres volúmenes conjuntan la obra política de José Revueltas anteriormente publicada en ocho volúmenes sueltos. Unidos a los siete tomos que recogen su obra literaria, tanto en el campo de la narrativa, como en la dramaturgia, el guión cinematográfico, la crónica y la autobiografía, en la colección Obra reunida (Era, 2014) constituyen una nueva edición de sus obras completas.

Si bien los libros más conocidos de Revueltas son las novelas y los relatos, fue central en la vida y el quehacer del escritor su preocupación por las cuestiones políticas no sólo inmediatas, sino también teóricas, estéticas y filosóficas, y no sólo nacionales, sino propias del movimiento socialista en el mundo entero.

La participación de Revueltas en los debates intelectuales de su tiempo fue incesante, polémica, cuestionadora, insumisa. Lo llevó no sólo a ser criticado y denigrado, expulsado de diversas agrupaciones y perseguido, sino incluso a la cárcel, donde pasó en diversos momentos y bajo varios gobiernos muchos años de su vida.

Esta nueva recopilación quiere rendirle tributo a esa pasión y esa entrega, así como poner al alcance del público textos ya de difícil acceso.

“Elsinore: un cuaderno”, de Salvador Elizondo
En Elsinore: Un cuaderno el autor narra su estancia en una escuela militar de California al acabar la Segunda Guerra Mundial. Memoria y ensoñación se entretejen para construir una Bildungsroman –o novela de formación– sobre el despertar sexual del muy joven protagonista y a la vez un emocionante relato de aventuras.

Elizondo retrata un abanico de contrastes: el mundo adulto y la adolescencia, el inglés y el español, los braceros y los blancos estadounidenses, las calles de la ciudad y el encierro del internado, el drama y el humor.

Como apuntó Octavio Paz en una carta al autor, se trata de “un libro breve y perfecto [en el que] se alían la ligereza y la inteligencia, la gracia y la melancolía […], todo transformado en una prosa fluida, transparente. Milagro de la economía verbal: no sobra ni falta nada”.

“El libro de las pasiones”, de Mario González Suárez
Mario González Suárez indaga en la maldad o frustración de seres inevitablemente solos, que aguijoneados por el deseo cometen crímenes, traicionan, blasfeman y encuentran en el odio una justificación para su vida.

“El odio –dice uno de ellos– ayuda a comprender que el mundo es despreciable y a soportar la sordidez inherente a los hombres”.

El desasosiego acompaña cada uno de los trece cuentos de El libro de las pasiones, historias trágicas, sombrías, con personajes en mayor o menor medida incapaces de sentir empatía, habitantes de un mundo roto.

Este libro muestra el gran oficio narrativo de su autor, su capacidad para crear atmósferas opresivas y un suspenso que angustia y fascina. González Suárez conduce a sus personajes por caminos sinuosos: van a la deriva, aunque ellos crean lo contrario; víctimas de la soberbia, de la codicia, de la lujuria, caen una y otra vez sin redención posible. Tal vez porque como dice uno de los tres epígrafes de Paradiso, de José Lezama Lima, que abren el volumen: “Cuando por el pecado de la caída todo se hizo concupiscible, el diablo jugó otra partida, creó dentro de la caída otra caída”.

Las imposturas de la vida intelectual, las lealtades y traiciones en los bajos fondos, la violencia carcelaria, la obsesión por el juego, la infidelidad, el amor “convertido en rabia y miedo” son algunos de los temas abordados magistralmente por González Suárez en estas historias, tan intensas como reveladoras del lado oscuro de la condición humana.

El libro de las pasiones es la segunda parte de la trilogía que forman las colecciones de relatos Nostalgia de la luz, El libro de las pasiones y La sombra del sol.

“Antología del modernismo mexicano 1884-1921 Introducción, selección y notas de José Emilio Pacheco”, de José Emilio Pacheco
Cuidado de la edición y bibliografías de José Ramón Ruisánchez.

Los poemas que José Emilio Pacheco reunió en este volumen constituyen un núcleo vivo de logros indispensables: los textos que cambiaron para siempre el significado de la palabra poesía, arriesgados porque en ellos aparecen nuestros primeros versos valientemente eróticos, se dibujan nuestros caligramas y se concentran nuestros haikús iniciales. Aquí brilla el triunfo definitivo de nuestros paisajes urbanos, pueblerinos y naturales, que encuentran al fin la amplitud de su dicción en la suma de todas las músicas del castellano y de las que el castellano adopta tomándolas del francés, del italiano, del latín…

El periodo comprendido en esta antología no está marcado por la política, sino por las hazañas de la literatura. De los poemas de Manuel Gutiérrez Nájera a la culminación y cierre con la obra de Ramón López Velarde, se incluye a autores que la crítica anterior no había sabido leer como parte de la constelación modernista: Francisco González León, el padre Alfredo R. Placencia, Manuel José Othón, Luis G. Urbina, Salvador Díaz Mirón.