El pueblo español

Foto: Cuartoscuro

Por Gerson Gómez


Oculto. Escondido a lo largo de la carretera nacional. El fraccionamiento representa la belleza de la zona. De lo verde del sur de Monterrey. Entre las comisuras del Ancón del Huajuco.

Sus habitantes. Connotados entreperneurs de Nuevo León. Incluso un ex rector de la UANL, a quien le dicen el Tigre. 

Las residencias del villorrio fueron diseñadas por el mismo arquitecto. No desentonan en ninguno de los detalles.

En el centro del desarrollo, privado a todos ojos, la modesta plaza de toros. Aquí se celebran las verbenas familiares. Los concursos de lazado y hasta los cumpleaños de quienes dirigen, en gran parte, un sector privilegiado.

Van desde el único banco nacional, nacido en Nuevo León y sus negocios aledaños. La belleza blanqueada de sus habitantes realza a quienes nacieron, se educan, juegan y conviven, con sus pares.

El futuro no se improvisa. Al caer la tarde y la fiereza del sol, los asociados eligen en el mercado residencial, los enceres orgánicos y el día a día, para continuar con este hermoso cuento de hadas.

Los nietos e hijos de los antiguos dueños del grupo Monterrey, dejan a media calle sus juguetes. En este espacio, tan privilegiado y exclusivo, la tasa de crimen, robos y secuestros es cero.

Un ejemplo para el presidente municipal y el gobernador.

El gran ojo de las cámaras digitales y monitores, cuida de este villorio español, en la carretera nacional.

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