No es incremento, es sólo ajuste

Foto: Cuartoscuro

Por Gerson Gómez

La vacilada de la administración del estado del Nuevo León, Nuevolandia, es una razón sobrada para la hilaridad involuntaria.

Sírvase con la cuchara grande. Sólo un peso de diferencia con el gobernador Samuel García para todos aquellos secretarios de primer nivel, incluyendo a los populacheros e improductivos de cultura Melissa Segura, de la mujer Graciela Buchanan y participación ciudadana Ximena Peredo.

Por encima de los cien mil pesos por mes. De ese tamaño es el desfalco al erario. Más del 10% de incremento. La tropa sólo el 5%. Dignidad, donde te escondes. En cual oficina te han dejado arraigada.

Dense la vida virreinal. Vistan a la moda. Alimentos de lujo. Nada de tacos ni de hotdogs de las tiendas de autoservicio o sopas instantáneas. Quien canta su pena la espanta. 

Tierra de progreso. Sólo para quienes se cuadran al patrón. 

Los capataces ajustan las barricadas. Aviadores de la función pública, diezman de forma discreta a Movimiento Ciudadano. Todos los caminos llevan a sus oficinas en el centro de Monterrey.

Baños de pueblo, mucho gel desinfectante. Hasta pronto nos veremos en las auditorías, en los juzgados o prófugos del largo brazo de la ley. Como lo están muchos de ellos. Amparados en su remordimiento. 

A las vacas gordas le siguen las flacas. Luego el desdén y el silencio del sepulcro social.

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