Los 'mineros' se mudan a Irán y abren granjas de criptomonedas

Foto: Pixabay

Por Moris Beracha

Más de 7 mil computadoras de minería fueron decomisadas por los cuerpos de seguridad iraníes en una granja ilegal de criptomonedas, en una operación considerada la más grande llevada a cabo en ese territorio.

Como se sabrá, los equipos empleados en el minado de las criptomonedas son unos grandes consumidores de energía, y, por tal motivo, su exceso de operatividad ha causado un incremento inusual en los cortes de electricidad de Irán. 

Alentados por los bajos costos de la electricidad, una importante cantidad de mineros han establecido en la zona su centro de operaciones. Sin embargo, Irán prohibió el pasado mes de mayo, durante un periodo de casi cuatro meses, la minería de criptomonedas como el Bitcoin, con la finalidad de disminuir la alta demanda de electricidad, lo que ha incrementado la incidencia de apagones y más en época de verano.

Al realizar el anuncio del hallazgo de los miles de equipos, el jefe de la policía de Teherán destacó que las máquinas fueron encontradas en el interior de una fábrica abandonada, en el oeste de la capital. 

Para quienes no conocen cómo es el proceso de creación de un Bitcoin o de otra criptomoneda, estas son acuñadas digitalmente a través de un proceso conocido como “minería”, en el cual computadoras muy poderosas compiten entre sí para encontrar solución a complejas operaciones matemáticas. Tal procedimiento consume una gran cantidad de energía, generada en la mayoría de los casos por combustibles fósiles (por ejemplo, petróleo), los cuales abundan en Irán.

De acuerdo con Elliptic, firma especializada en el análisis de cadenas de bloques, aproximadamente 4,5% de toda la minería global de Bitcoin se lleva a cabo en Irán. Esa actividad le genera al país unos cientos de millones de dólares, los cuales pueden ser empleados para disminuir el impacto de las sanciones económicas. Generar la energía requerida por la actividad de minería requiere de unos 10 millones de barriles de crudo al año, es decir, el equivalente a 4% de sus exportaciones, destaca el informe.

Desde 2018, año en el cual la administración de Donald Trump impuso sanciones a Irán después de seis años de suspensión, la economía de esa nación se ha visto muy afectada, así que tal cantidad de dinero, producto de las operaciones de minería, no le viene nada mal. 

Es de esta manera como la oferta de energía barata ha atraído a muchos mineros, especialmente chinos, a cambiar su base de operaciones a ese territorio. Se permite además que las criptomonedas extraídas de Irán, al ser vendidas al banco central, sean empleadas para pagar las importaciones de bienes autorizados.

Sin embargo, como señalamos al inicio, las constantes fallas en el suministro de energía eléctrica, ocasionadas por el exceso de minería ilegal de criptomonedas, ha traído como consecuencia que las operaciones ilegales sean fuertemente perseguidas y castigadas, ya que no reportan beneficio alguno al fisco iraní.