'Los hombres que mataron a mi madre' de Fernando Valverde: Mucho más que un libro de poemas
Por Jesús Delgado
Fernando Valverde, escritor español radicado en Estados Unidos, vive un viacrucis personal a partir de que una odisea burocrática kafkiana le impide ver a su madre, con quien se ha restringido cualquier comunicación desde hace cuatro años. Fernando desea que su hijo de dos años la conozca. El dolor y la frustración que esta situación le provocan, lo movieron a escribir, y es así como nace “Los hombres que mataron a mi madre”.
Fernando menciona en entrevista, que “el dolor espanta, nos hace mirar hacia otra parte. Desgraciadamente vivimos en una sociedad en la que hay que ocultar el dolor. Mi libro, difícilmente pudiera llegar a ser popular porque no es una sonrisa en Instagram, porque habla de injusticias, convierte a mi madre en un símbolo de cualquier madre. En los poemas no solo se habla de mi madre, se habla de toda mujer que ha sido maltratada, violada, que ha sufrido abuso, de la que se han aprovechado porque estaba enferma, que ha sido victima de una sociedad machista”.
Y aunque no resulte masivamente popular -esto el tiempo lo dirá-, el libro luce capaz de hacerse de un considerable número de lectores devotos porque, precisamente, la mayor virtud que posee “Los hombres que mataron a mi madre” es su capacidad de volverse universal, paradójicamente, por su origen tan íntimo y personal. Ésta puede considerarse la más notable, pero tiene muchas otras bondades, entre las que destacan su valor literario, originalidad, precisión y profundidad en imágenes, siendo capaz de producirnos una gran cantidad de sensaciones en un intrincado viaje hacia el dolor, vivenciando la impotencia de presenciar la violencia ejercida contra la mujer, en este caso contra la madre.
Fernando Valverde es un escritor nacido en Granada, por lo que es importante su cercanía a la historia de García Lorca, el dramaturgo español más querido y aclamado del siglo XX, quien recordemos murió victima de la barbarie, de la intolerancia y el odio. Fernando sobre el escritor menciona que “la última imagen que vio Lorca fue el cañón de un fúsil apuntándolo, lo hizo en su ciudad de origen, lo cual deja mucho que pensar. Yo he sentido muchas veces ese frío, esa falta de solidaridad de cierto tipo de españoles que me despidieron dándome la espalda, aquellos que frente a mi dolor se mantuvieron neutrales, y ante el dolor no puede haber neutralidad”.
De hecho, el escritor va más allá cuando se distancia de su tierra natal y afirma que: “Mi contrato social con España está roto. El acuerdo que tenía con la sociedad española se quebró. Ahora vivo en el continente americano, y he encontrado en Estados Unidos y en México, lugares en los que me siento mejor que en mi casa”.
Este desarraigo, el no sentirse representado por su país de origen, es algo que quien escribe esta columna comparte con Fernando y, tal vez, esta ha sido la causa principal por la que la entrevista con él, luego de leer su libro, ha calado muy hondo y me ha hecho volver a este libro, el cual se ha vuelto cercano y personal. No dudo que cualquier lector encuentre en “Los hombres que mataron a mi madre”, por una u otra razón, una conexión similar.
La apertura y brutal honestidad con la que Fernando escribe es la misma que se percibe de sus palabras habladas, si bien todas han sido previamente meditadas y las externa con una precisión matemática, están cargadas de sensibilidad, incluso dulzura, y es precisamente este
equilibrio el que caracteriza a un escritor del que difícilmente podamos alejarnos una vez que lo conozcamos.
Como los grandes poetas, Fernando Valverde posee un estilo claramente identificable, brillante en la técnica, rico y profundo, pero también tiene el genio y el coraje necesarios para hablarnos de sus heridas abiertas con tal honestidad que nos resulta imposible no relacionarnos y revisar las propias. Busque y lea “Los hombres que mataron a mi madre” y verá que dará la razón.