¿Dominarán las máquinas al mundo? Tres expertos opinan en 'Mi vecino es un robot'

Por Pablo Luna Luna

Desde hace varias décadas los seres humanos hemos planteado la posibilidad de convivencia con máquinas, computadoras y robots; antecedentes todos de lo que hoy se llama “Inteligencia Artificial” (IA). 

A través del cine, la literatura o los comics; la ciencia ficción ha hecho que la convivencia entre máquinas y humanos se perciba como algo futurista y al mismo tiempo como un flujo evolutivo necesario, que forma parte de nuestro desarrollo tecnológico e industrial… punto en el que ya estamos; aunque de forma parcial, pues el camino aún tiene diferentes aristas por recorrer. 

La evolución, a la que se ha llevado esta relación, abre muchas interrogantes, las cuales para poder responderlas, se deben abordar desde diferentes ámbitos de estudio: sea desde una perspectiva económica; por ejemplo cómo afectarán a las macro y micro economías, las cadenas de producción o de valor agregado, las relaciones de trabo, la propiedad privada, etcétera

Otro ámbito podría ser el filosófico o socio jurídico: hablemos pues de derechos, límites y limitantes, posibles excesos en el uso de IA como parte del entorno, responsabilidad social, responsabilidad jurídica, la modificación de las relaciones interpersonales o la contratación de servicios como el de transporte; sólo por mencionar algunos ejemplos.

Precisamente esas y otras interrogantes aborda y trata de responder el libro “Mi vecino es un robot”, coordinado por Erik Huesca, Javier Juárez y Paola Cicero, que fue publicado recientemente por Penguin Random House bajo el sello DEBATE y el cual compila la experiencia tanto de matemáticos, periodistas, abogados, ingenieros y consultores independientes; que le brinda al lector un amplio panorama de cómo se está dando esta relación humanos-máquinas y lo que se puede esperar en los próximos años.

Es de resaltar que este libro rompe muchos mitos acerca de la Inteligencia Artificial, en primer lugar cuando se habla de la posibilidad de reemplazar a seres humanos en ciertas tareas, por ejemplo en el ámbito educativo, médico o de servicios generales, pues si bien es cada vez más común poder consultar profesores virtuales  o utilizar máquinas de auto cobro; dichas herramientas requieren de una base operativa y una programación humana, con nuevos conocimientos y capacidades, que se irán adquiriendo conforme se necesite especializarse.

Si bien hay empresas que se han aventurado a utilizar robots o sistemas automatizados para sustituir personal humano: chat bots, cajeros, meseras, cocineros e incluso conductores de vehículos; la realidad es que primero será necesario crear toda una red de infraestructura para que esas máquinas  puedan tener el flujo de trabajo adecuado, ya sea con la instalación de sistemas de carga eléctricos, antenas wifi y fibra óptica para la transmisión de datos; lo cual necesariamente será hecho por humanos.

Otro punto importante es el teman de los nuevos conocimientos y aprendizajes, pues como bien señalan los autores: aunque algunos oficios o trabajos puedan desaparecer, como consecuencia se crearán nuevos, ya sean programadores, especialistas en seguridad informática, personal capacitado para reparar o sustituir esas máquinas; así como especialistas que velen por una regulación jurídica adecuada acerca del uso de las IA´s.

Lo anterior nos remite a otro tema sumamente importante: la corresponsabilidad de las actividades que realicen los robots en nuestro nombre o beneficio. ¿Quién y cómo se regula? Esto se explica en “Mi vecino es un robot” y si bien no hay una respuesta sencilla, sí encontramos una perspectiva de cómo podemos empezar a sentar las bases para que en el futuro, lejano y cercano, podamos tener una mejor relación con las máquinas.

Una virtud de este texto es que, el lenguaje con el que se explica puede ser entendido por cualquier persona que se interese en el tema, sin ser experto en tecnología o ciencias de la información; va dirigido a un público amplio que busca encontrar respuestas a la múltiples interrogantes del presente, que serán las variables del futuro.