Marcelo será candidato, sí o sí

Por Pablo Luna Luna

Quizá muchas personas no recuerdan que, pasado el mediodía del 15 de noviembre de 2011, en el Hotel Hilton de la zona centro de la Ciudad de México, el ahora secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, se bajó del caballo por la candidatura presidencial de la coalición que en ese momento formaban el PRD, PT, Movimiento Ciudadano (antes Convergencia) y el recién fundado Morena.

Marcelo detuvo su carrera en ascenso a la presidencia de México, que se había ganado tras su actuación como jefe de Gobierno de la Ciudad de México y, tras una encuesta en la que los resultados le daban supuesta ventaja a López Obrador, Ebrarad Casaubon aceptó bajarse de la contienda y sumarse al equipo de AMLO, quien inmediatamente anunció que en caso de ser electo en 2012, lo nombraría Secretario de Gobernación.

Mucho se habló del error táctico de la coalición, pues se pensaba que Marcelo era “el candidato ideal” para darle continuidad al proyecto de centro izquierda que había iniciado en la capital del país desde la llegada de Cuauhtémoc Cárdenas en 1998, tras décadas de jettatura priista. 

Se dice que Marcelo cedió su lugar sin chistar, aunque también sin estar muy convencido de la decisión, con la condición de que el siguiente candidato en la línea de sucesión sería él.

Explico lo anterior para que se entienda, por qué Marcelo Ebrard será candidato a la presidencia (con o sin Morena) en 2024 y es simple: Andrés Manuel López Obrador se la debe desde 2011.

Han pasado más de 10 años y Marcelo sigue esperando, es su último tren, ya no hay edad, ya no hay tiempo. No podría esperar otro sexenio para postularse, este es su momento y será candidato sí o sí, lo será con Morena o con la oposición.

Sí leyeron bien: la oposición, que está desdibujada tanto en la Ciudad de México como en casi todo el territorio nacional, no tiene un candidato que le haga sombra a las torres y alfiles que Morena ya empezó a mover; por lo tanto, en algunos círculos del PAN, PRI y lo poco que queda del PRD, no ven con malos ojos “adoptar” a un candidato externo a la presidencia e incluso a la jefatura de Gobierno.

Esos candidatos adoptables son, no hay de otra, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal. Si esto ocurriera durante las elecciones de 2024, Morena perdería fuerza a nivel nacional y estaría en riesgo de perder incluso la Ciudad de México.

Además existen otras razones por las cuales Marcelo deberá ser la opción de la coalición de Morena y sus aliados, entre ellos la relación aterciopelada con el sector empresarial, con los grupos políticos de las diferentes fuerzas, pero sobre todo porque su incondicional, Mario Delgado, está a la cabeza del su partido.

Reitero: Marcelo Ebrard será candidato a la presidencia, sí o sí.

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