La Milpa: Un bosque hondureño donde los árboles honran a mártires

En un conmovedor esfuerzo por mantener viva la memoria de quienes perdieron la vida defendiendo la tierra, los derechos humanos y la justicia social, el Bosque La Milpa, ubicado en el norte de Honduras, se ha transformado en un santuario natural. Este espacio singular rinde homenaje a mártires religiosos, ambientalistas, sindicalistas y guerrilleros asesinados o desaparecidos en el siglo XX y más allá, inscribiendo sus nombres en la corteza de árboles que buscan simbolizar su vida perdurable.
Con alrededor de 70 árboles inscritos, el bosque incluye nombres icónicos como el arzobispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero, los jesuitas como Ignacio Ellacuría, y la ambientalista hondureña Berta Cáceres.
La memoria viva en cada raíz
"Pensamos que están vivos en un árbol," explicó a EFE Suyapa Majano, una de las integrantes del Colectivo La Milpa, fundado hace cinco años, en plena pandemia de COVID-19. La iniciativa nació de la necesidad de sus miembros de resistirse al aislamiento y continuar la lucha social a la que estaban acostumbrados en las calles, decidiendo organizarse en este espacio boscoso.
El bosque, cruzado por una quebrada que provee de agua limpia a la zona, se encuentra al pie de la cordillera Mico Quemado, en la aldea Arena Blanca. Especies como caoba, cedro, roble y ceiba acogen esta memoria colectiva.
Sembrar un nombre, adoptar una causa
El compromiso de sus integrantes es profundo y personal. Eda Pacheco, una campesina de 67 años, describió al colectivo como una familia dedicada a "defender los recursos naturales" y los derechos. En un reciente encuentro, a ella le correspondió sembrar el árbol en honor al sindicalista Herminio Deras, un maestro del Partido Comunista que fue ejecutado extrajudicialmente en 1983 por el Batallón 3-16, según informes de la Oacnudh.
Entre los homenajeados se encuentran mártires centroamericanos clave, muchos de ellos asesinados en las últimas dos décadas del siglo XX en Honduras y El Salvador.
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Líderes Religiosos: Además de Romero y Ellacuría, se honra al estadounidense James Francis Carney, conocido como el 'Padre Guadalupe', desaparecido en 1983 mientras integraba una columna guerrillera. Una frondosa ceiba protege la memoria del 'Padre Lupe', junto a un horno donde los visitantes preparan el pan, recordando el aprecio del sacerdote por los campesinos.
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Activistas Ambientales: La lista incluye a Berta Cáceres, asesinada en 2016; Jeannette Kawas, en 1995; y Juan López, en 2024.
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Guerrilleros y Poetas: También se recuerdan a miembros de la columna guerrillera de 1983, como el médico José María Reyes Mata, el "poeta encantador" Juan Ramón Dermith, y Rafael Salazar.
"Decidimos en esta zona de enfrente, que es absolutamente bosque, hacer los Senderos de los mártires," compartió el sacerdote Ismael Moreno, del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (Eric), destacando la trascendencia del proyecto.
La Milpa se alza así no solo como un refugio de la biodiversidad, sino como un monumento vivo y un espacio de resistencia que utiliza la naturaleza como el lienzo más duradero para recordar el costo de la lucha por la dignidad y la justicia en Centroamérica.

