Dennis O'Neal, el transformador del cómic

Por Francisco X. López

"Hazme reír. Hazme llorar. Dime mi lugar en el mundo. Sácame de mi piel y colócame en otra. Muéstrame lugares que nunca he visitado y llévame hasta el final del tiempo y el espacio. Dale nombres a mis demonios y ayúdame a enfrentarlos. Demuéstrame las posibilidades que nunca había pensado y preséntame héroes que me inspiren coraje y esperanza. Alivia mis penas y aumenta mi alegría. Enséñame compasión. Entretenme, encántame e ilumíname. Cuéntame una historia”.

En estas palabras, Dennis O’Neil describió el oficio de narrador, el cual ejerció durante cinco décadas. Inició su carrera en Marvel con pequeñas trabajos y después se mudó a Charlton, donde se convirtió en escritor de tiempo completo. En 1968 le ofrecieron trabajo en DC y el resto, es historia. Su primer guión para la Liga de la Justicia, muestra a Flecha Verde diciendo a sus compañeros que ninguna injusticia por pequeña que sea, debe ser ignorada; esta idea marcó su trabajo en la década de los 70 cuando se hizo cargo de Linterna Verde, a quien unió con Flecha Verde en una trama que cambió a los superhéroes para siempre. Los protagonistas se embarcan en un viaje por Estados Unidos enfrentando situaciones como la drogadicción, el racismo y otros males sociales.

Este trabajo impulsó a los cómics a una mayor respetabilidad y aceptación como una forma de arte, influyendo en generaciones de escritores y artistas, además de ganar todos los premios que la industria podía otorgar.

Después colocó a Batman en la cima, devolviéndole su status como detective y dando nueva vida al Joker y Dos Caras, además de crear a Ra’s al Ghul y darle una nueva mitología al murciélago.

También revoluciono a Superman, eliminando  su debilidad a la Kryptonita en una de las historias mas polémicas de su época y no contento con ello, lo llevó a enfrentarse al no menos famoso boxeador Muhammad Ali, mostrando que los poderes no hacen al superhéroe.

En los 80 se convirtió en editor y bajo su dirección se presentaron trabajos que cambiaron el panorama para siempre: El Regreso del Caballero Oscuro, La Broma Mortal, Batman: Año Uno y Muerte en la Familia. Fue él, quien dio forma a la familia de Batman, en los 90, con títulos como Robin, Catwoman y Nightwing, entre otros sentando las bases para todas las historias que podemos ver en cine y televisión actualmente.

Pero su lucha no se limitó a las páginas, formó parte del grupo de creativos que en 1978 impulsó el reconocimiento de los derechos autorales, junto a Neal Adams y Jerry Robinson, consiguiendo que Warner y DC reconocieran a Jerry Siegel y Joe Shuster como creadores de Superman. A partir de entonces es que los créditos de series y películas incluyen a dibujantes y escritores.

Un autor no necesita crear decenas de personajes para trascender, lo importante es saber qué hacer con esos personajes y, sobre todo, involucrar a los lectores con las historias.

El pasado 11 de junio falleció uno de los escritores y editores más influyentes del siglo XX, el mejor homenaje que se le puede rendir es leer y apreciar su trabajo. ¡Gracias por todo, Denny!