El negro es el nuevo blanco (segunda de tres)

Por Francisco X. López

All Negro Comics fue la primera publicación completamente escrita, dibujada y editada por negros, pero sólo tuvo un número. Su importancia se desvaneció en la historia y apenas en años recientes se ha revalorado por presentar el primer intento de superhéroe negro, Lion Man, aunque no tuvo éxito comercial y aportó muy poco a combatir los estereotipos. Básicamente era una versión afroamericana del típico héroe blanco, un agente del gobierno que es enviado a un territorio salvaje.

En 1950, Dell presentó el primer cómic protagonizado por un negro: Lobo. La historia trataba de un soldado que al final de la Guerra Civil se dirige al Oeste, alejándose de los horrores de las batallas convirtiéndose en un vaquero que lucha por la justicia. Este cómic fue rechazado por los distribuidores y sólo duro dos números, pero su valor radica en que el personaje es presentado con dignidad y sin tintes políticos o ideológicos. en la historia ni siquiera se hace alusión a su color de piel.

En 1954, la serie antológica Jungle Tales presentó a Waku, el Príncipe de los Bantú, otra historia donde el protagonista es una especie de Tarzan negro.  Este fue el personaje más longevo hasta la década de los 60, Jungle Tales duró siete números y en cada uno, Waku tuvo participación.

Durante una década, los personajes negros quedarían relegados a un segundo término y aparecerían como apoyo principalmente en cómics de guerra, donde las estrellas eran Nick Fury o el Sargento Rock, pero las cosas cambiarían en 1966 cuando en las páginas de Los 4 Fantásticos, aparació el Rey T´Challa, La Pantera Negra.