Por Francisco X. López
Raquel Welch es un ícono de la cultura popular, su belleza quedó grabada en la mente de una generación de cinéfilos. Fue uno de los símbolos sexuales de los años sesenta: La más Bella de la Feria, Señorita La Jolla o El Cuerpo.
Su imagen de mujer prehistórica, cuya figura estaba cubierta por un bikini de piel, la catapultó a la fama, adornando un sinfín de dormitorios masculinos en todo el mundo, También se trasladó a las páginas de los cómics de una manera que ahora resulta sumamente inusual.
Aunque su carrera no tuvo muchas grandes cintas, su presencia movía a las audiencias. En la actualidad, seguramente habría participado en una franquicia exitosa o interpretado a alguna sensual súper heroína.
Estamos acostumbrados a que el cine y la televisión adapten a los personajes más famosos y rentables, pero hace 60 años, la situación era lo opuesto. Las editoriales buscaban los derechos de las cintas exitosas y hacían su versión más fiel de ellas. Visto de otra manera, se adelantaron a los videocassettes, permitiendo a los niños tener una “copia” de sus historias favoritas para disfrutarlas cuantas veces quisieran.
Dos actuaciones de Welch se adaptaron en cómic, Un Millón de años antes de Cristo y Viaje Fantástico, representando curiosos extremos argumentales; la primera en el remoto pasado y la segunda en un futuro de ciencia ficción.
Gold Key Comics adaptó Viaje Fantástico en 1966, con guión de Paul S. Neuman y dibujado por Dan Adkins, un ilustrador que trabajó mucho en Marvel y DC durante los 60 y 70, en títulos como Superman, Conan, Hulk, Silver Surfer, Linterna Verde, etc.
Aquí la adaptación es literal, los miembros del submarino Proteus emprenden una arriesgada misión para salvar la vida del científico Jan Benes, quien posee la clave para dominar una nueva tecnología que hará la diferencia en un mundo dominado por la Guerra Fría.
Más tarde, en 1977, la editorial Inglesa Top Seller, dentro de su magazine The House of Hammer, presentó una versión de Un Millón de Años antes de Cristo. Curiosamente, el editor atribuye la creencia de que los cómics son para niños a la presencia de los globos de texto, comparándolo con los textos a pie de imagen de los libros ilustrados.
Todo esto, aseguraba, se solucionaba en la adaptación que hacían de una película sin diálogos. Solo uno, al final y como licencia literaria que ponían a consideración de sus lectores. Este cómic estuvo a cargo de S. Moore, en el guión, y de John Bolton, dibujante Inglés que cobró fama trabajando en las revistas Warrior y Epic, además de ser responsable de versiones en cómic del Planeta de los Simios y de realizar numerosas portadas para Vertigo Comics.
De esta forma, Raquel Welch fue una estrella de los cómics impresos, pero aún hay más.
En 1995 apareció en un episodio de la segunda temporada de Luisa y Clark, como una reportera y asesina que trabaja para Intergang, formando así parte del Universo de DC Comics, pues se ha establecido que todas las versiones de sus personajes forman parte de un multiverso.
Finalmente en 1987, dentro la serie Sabrina, la Bruja Adolecente, se revela que Vesta, hermanas de las tías Hilda y Zelma, ha regresado después de años. Vesta lleva a Sabrina a París y después a conocer los lujos y placeres de la otra realidad, para disgusto de sus tías.
El pasado 15 de febrero, Raquel Welch dejó este mundo para convertirse en una leyenda eterna. Sus fans recordarán por siempre sus películas, pero algunos recordaremos con cariño su versión dibujada.
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