Los días del futuro, pasado y presente
Por Francisco Xavier López
Publicada a finales de 1980, Dias del futuro pasado mostró a los últimos X-Men intentando cambiar la historia. Con la ayuda de la telépata Rachel, la conciencia de la ahora adulta Kate Pryde se proyecta hacia atrás en el tiempo en su cuerpo adolescente. Ella les cuenta a los escépticos X-Men de 1980 sobre el futuro que les aguarda.
La Hermandad de Mutantes Malvados planea matar al senador Robert Kelly, quien busca regular a los mutantes. Estas acciones son contraproducentes; el asesinato provocará una ola de histeria anti-mutante. La Ley de Control de Mutantes se aprobará en 1984, pero la Suprema Corte la anula por inconstitucional. Los miembros más paranoicos del gobierno reactivan a los gigantes robots Centinelas que reciben parámetros amplios para lidiar con los mutantes y deciden que lo más lógico es tomar el control total de los Estados Unidos.
Casi todos los superhumanos de Norteamérica son exterminados y los supervivientes encerrados en "centros de internamiento". En 2013, los Centinelas planean extenderse por todo el mundo. El resto de los países, más temeroso de los robots que de los mutantes, preparan un ataque nuclear contra EU.
Los X-Men van a Washington, buscando frustrar el asesinato de Kelly. Mientras, en 2013, los futuros X-Men escapan de prisión y se dirigen a Manhattan, en un intento desesperado por evitar el holocausto nuclear.
En 1980 Kelly es salvado, y la conciencia de Kate regresa a su propio tiempo. En 2013, los X-Men son masacrados, quedando solo Rachel y Kate con vida.
De vuelta al presente, los X-Men se preguntan si han evitado el oscuro futuro; Kelly es presentado por el presidente a Henry Peter Gyrich. Para proteger a la humanidad, Kelly y Gyrich pondrán en marcha el Proyecto Wideawake, que contempla la reactivación de los Centinelas.
Días del futuro pasado sólo tuvo dos partes, hoy sería un gran evento, de al menos diez capítulos, y se cruzaría con muchos otros títulos. La visión inquietante y perturbadora del futuro creada por Cris Claremont y John Byrne es hoy más relevantes que nunca. Aún cuando las minorías han logrado el reconocimiento de la ley, todavía existen fanatismo e intolerancia. La sociedad se polariza cada vez más, permitiendo que los actores más extremos tengan una mayor voz e influencia. Se pide vigilar a las comunidad inmigrantes para garantizar la seguridad nacional. Se llama a "asegurar las fronteras" y evitar que inmigrantes ilegales ingresen al país y roben empleos a los "verdaderos americanos".
Donald Trump, racista y xenófobo declarado, se convirtió en presidente. Su vicepresidente Mike Pence, un fundamentalista religioso fanático, ha promovido una agenda de homofobia y misoginia. Mitch McConnell y el Partido Republicano han aprobado el nombramiento de jueces de extrema derecha en los tribunales federales. Los neonazis y los supremacistas blancos marchan abiertamente por las calles de Estados Unidos. En los últimos cuatro años, los delitos de odio se han disparado.
Y todo esto se planteó hace 40 años en un cómic que terminó convertido en un artículo de colección y en una superproducción de Hollywood, cuyo sutil mensaje se ha perdido en un mundo dominado por el fandom y el coleccionismo.