Navidad en la montaña del oso

Foto: The Walt Disney Company

Por Francisco X. López

Generaciones crecimos leyendo los cuentos de Walt Disney, que eran la fuente principal de nuestras historias infantiles, ya que entonces no había televisión por cable ni abundaban las películas animadas. Se conocían a los personajes, principalmente por las historietas y después se veían en la televisión y a veces en el cine.

No es de extrañar que algunos rostros familiares no hayan nacido de la mente del creador de los estudios, simplemente surgieron de la imaginación de dibujantes y escritores que necesitaban contar historias nuevas cada mes.

Carl Barks era un animador que trabajó un tiempo en el estudio de Disney en California, pero renunció y comenzó a trabajar como dibujante de cómics antes de decidir dedicarse a criar gallinas, pero cuando la demanda de más historias aumento debido a que ya se habían reimpreso todas las tiras aparecidas en los diarios, los editores de Western Publishing le buscaron y ofrecieron trabajo de nuevo.

Barks comenzó a aportar ideas para mejorar las historias y poco a poco comenzó a encargarse tanto de dibujos como guiones.

Una de sus historias más célebres le dió al mundo a un personaje emblemático, el avaro y aventurero tío millonario del Pato Donald, Scrooge McDuck, Rico MacPato.

Exactamente hace 75 años, Donald se enteró de la existencia de un misterioso pariente.

cuando el pato confiesa a sus sobrinos que no tienen un centavo para la cena de Navidad, la casualidad hace que al mismo tiempo un cascarrabias y antisocial millonario decida ponerle un reto a su único familiar, buscando alguien que sea digno de su legado.

Scrooge envia una invitación a pasar la navidad a una cabaña en la montaña, donde el se disfrazará de oso y su huésped no se asusta, entonces le recompensará.

Cuando los patos llegan, un osezno se cuela a la cabaña y su madre, al no encontrarlo, se lanza a su búsqueda, causando el horror de nuestro protagonista. La osa hace huir a la familia y regresa a la cabaña para atiborrarse de dulces y chocolates, tras lo cual cae profundamente dormida. Donald pretende capturar al cachorro y devolverlo al bosque, esperando que su madre salga tras él, pero cuando les ve en la sala, se desmaya de la impresión y cae entre los brazos de la osa.

Casi al mismo tiempo, Scrooge decide espiar a su sobrino y cuando le observa tranquilamente recostado con la bestia, no le queda más que reconocer su valor y decide festejar en grande la navidad junto con ellos. Poco tiempo después, el Tío Rico invita a sus sobrinos a buscar un tesoro perdido y lo demás es historia. Siete décadas de aventuras de las cuales se construyó un universo extenso, que abarca no sólo los cómics, también series de televisión y una película animada. Las Patoaventuras se convirtieron en parte de la cultura popular del siglo XX y de ellas se generaron diversos personajes que convirtieron a Patolandia en una de las ciudades ficticias mejor desarrolladas y concurridas.

Mucho se ha escrito sobre el Tío Rico, algunos buscando oscuras ideologías y colonialismo cultural, pero lo cierto es que las historias de un potentado testarudo y aventurero junto a sus sobrinos traviesos y siempre metidos en líos han generado, miles de sonrisas y sueños a millones y millones de lectores.

Y todo comenzó como una simple historia de Navidad.

#LeanMasComics

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The Walt Disney Company