Óscar González Loyo, 1959-2021

Por Francisco X. López

El 8 de febrero, los aficionados al cómic se fueron a dormir con una amarga noticia, el deceso de Óscar González Loyo, dibujante e historietista cuyo trabajo e influencia son indispensables para entender la cultura popular de fin de siglo en México.

Diseñador gráfico por la Escuela Nacional de Artes Plásticas, Óscar comenzó a trabajar como ilustrador desde 1973, con páginas que enseñaban a los niños a dibujar. Esto marcó su vida, ya que fue maestro y tutor de numerosos talentos mexicanos. Casi cualquier persona involucrada en los cómics tiene una historia personal o profesional que involucra a González Loyo.

En 1982 su trabajo en "Las Aventuras de Parchís" le representa un gran éxito, al dibujar la serie durante 138 números, y consiguiendo que su estilo de dibujo fuera reconocido por los niños y adolescentes.

Posteriormente en 1986 se lanza como artista independiente con la creación de su obra magna: "Karmatron y los Transformables".

"Karmatron" era un mezcla de ideas y conceptos que de inmediato tuvieron éxito entre los lectores. Se pueden ver influencias de "Star Wars", "Mazinger Z", "Transformers" y toda la literatura esotérica que circulaba a principios de los 80. Los lectores de la serie no sólo tenían una clásica historia del bien contra el mal, también eran instruidos en las enseñanzas de los "Guerreros Kundalini", un manual de conducta que expresaba las ideas personales del autor y que tuvo gran influencia en el público a lo largo de 5 años.

Este es otro aspecto que destacó en la vida de Óscar, su papel como líder de opinión y guía para su enorme legión de fans. Desde los años noventa y a partir de la cancelación de la serie original, un numero creciente de seguidores le apoyaba en todos sus proyectos, apoyándole incluso económicamente cuando estos no tuvieron el éxito de ventas que el autor esperaba.

Durante al menos 25 años, las opiniones sobre su trabajo y su persona se polarizaron. Por un lado, muchos dibujantes que trabajaron directamente con el y su Ka-Boom Studio, y por otro lado los llamados "Karmacuates", fans irredentos de todo lo que dibujaba y decía su ídolo.

Polémicas parte, fue un hombre que abrió puertas y que durante años fue la cara más reconocida del cómic en México, sujeto de múltiples entrevistas, homenajes y reconocimientos; fue el primer mexicano en ganar un premio Eisner e incluso tuvo su propio evento, el "Karmafest".

En 2019 tuvo su última gran presentación en "La Mole", donde fue invitado estelar y contra los prono´sticos de muchos, recibió a miles de fanáticos que llegaron de todas partes de México a saludarlo. Familias enteras eran llevadas por padres de familia cuarentones que, ilusionados y emocionados al máximo, presentaban a su artista favorito a una nueva generación.

Aquejado desde hace años por diversos problemas de salud, Gonzalez Loyo dejó inconclusa la "Saga de Karmatrón", la cual se reinició en un par de ocasiones, sin conseguir el éxito de la versión original.

Hasta donde esté le recordamos con el mantra de su personaje.

LA’ YUME’ NUM T’OX MUK’ IL IN TIAL

"Sí, Padre, concédeme lo que se ha dicho: repartir, dando a todos mi energía, sin esperar recompensa a cambio".

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