Entrometido en lo que vendrá

Foto: Cuartoscuro

Por Mike Volta

Los resultados de las elecciones ahí están y las lecturas de los mismos son muy diversas.

Cada ciudadano en su propio entorno podrá saber si el voto que depositó, es consecuente con el resultado esperado; con la encuesta, con su medio informativo favorito, con el chisme de su calle, o con su corazón, su rabia o su raciocinio.

Lo que vendrá se antoja interesante, difícil será no estar atento a lo que ocurrirá en el futuro de México; eso es positivo, pareciera existir un mayor interés en participar activamente en la construcción del devenir incierto de nuestra Patria. 

Esta terrible y discriminada división clasista, que día a día, cada mañana, se profundiza desde la voz de un Presidente que está convencido de que, esta estrategia beneficia su proyecto político, mientras en las casas, las familias, los negocios, las empresas se toma partido para defender y atacar vehemente y sin medir las consecuencias de palabras y actos.

Y que decir de las redes sociales, incendiadas, insolentes, dinámicas y pareciera infinitas, desde las posiciones más radicales hasta las aún más conciliadoras. 

¿Será que México necesita ser dividido así para progresar? ¿Será que se requiere el sacrificio al grado del exterminio de un sector importante de la sociedad?.

¿Se podrá considerar la posibilidad de estar equivocado?

Las clases medias, las clases trabajadoras, y similares; quienes integran la parte mas importante de la aparente todavía inagotable energía que hace girar ese enorme engranaje productivo compuesto por las micro, pequeñas y medianas empresas, las que históricamente han sido las más golpeadas por las crisis económicas, …..si seguirán en la incertidumbre. 

Son esas personas que quizá ya dejaron inteligentemente de sentir frustración al caer en cuenta que ellos trabajan a conciencia por un ingreso  igual o menor a el que las dádivas que por “programas sociales” el gobierno le da a su vecino o conocido; pero que siente gran orgullo  porque  la dignidad de su trabajo los hace sentirse mejores personas, mejores ciudadanos, un valor especial como mexicanos, no caen en el punto de la división y aún así conservan una moneda para dar a quien no tiene programa social que lo alimente. 

¿Producirá ese orgullo vivir de los programas sociales?; ¿hasta ahí podría llegar la intención aspiracional de ser solo un beneficiario con la única obligación de procurar que no lo borren de la lista, llegando inclusive a convertirse por hambre o necesidad en un justificado mercenario pagado por el gobierno? Y a disposición de sus bien identificados lideres. 

Sin embargo la historia en cada comunidad, en cada cuadra, en cada casa es diferente, la incertidumbre respecto de qué va a ocurrir ahora que existen unos supuestos contrapesos para el gobierno actual pareciera pasar a segundo término, dado que lo más importante va a seguir siendo si habrá comida en la mesa el día de hoy. 

Será necesario reflexionar cada día en esa frase de la obra “la pared” de Rogelio Aguas, bajista de Pink Floyd, ojalá Kamala Harris tenga esta frase en su agenda.

“Together we stand. Divided we fall” 

Juntos permanecemos
Divididos Caeremos