Entrometido en Morelos
Por Mike Volta
Resulta casi imposible concebir la vida citadina sin la posibilidad de en algún momento ir a conocer y disfrutar del maravilloso clima del Estado de Morelos.
De niños, jóvenes, y adultos hemos estado relacionados con esos paradisíacos lugares, para convivir en familia, ir a nadar, ver las flores, la belleza de la ciudad de Cuernavaca, y de diversos pueblos mágicos como Tlayacapan, Tepoztlan, Yecapixtla, Oaxtepec, Temixco, Jiutepec, etc.
Al ir regresando de Acapulco por la Autopista del Sol, al llegar a Cuernavaca se siente con alivio un “paso antes de casa” cuando se vive en la Ciudad de México, ya se sabe que pronto llegaremos a nuestro hogar antes de ver los jardines de México.
Curiosamente, también muchos capitalinos en su momento tomamos la decisión de ir a vivir a este maravilloso Estado, por su clima, su tranquilidad, su comida, su cercanía con la capital entre otras principales razones.
Desafortunadamente en las últimas semanas esta situación ha cambiado drásticamente, ha existido una terrible racha de violencia, en diversas partes del Estado, como antes no ocurría, a plena luz del día, en situaciones deportivas, etc. Han dado cuenta de muchas vidas, hay miedo entre quiénes huyendo de la violencia de la Ciudad de México y del Estado de México, llegamos a pensar que en Morelos encontraríamos esa paz que nos dan sus noches con flores y grillos, y esas mañanas con los cantos de las aves.
Las noches se han transformado en ambientes propicios para el destrampe sin medida, las casas de los fraccionamientos las rentan para convertirlas en antros; en los antros ocurren balaceras en la madrugada, o terminando la tarde en eventos deportivos, asaltos en la autopista a plena luz del día, gran cantidad de accidentes automovilísticos, que desafortunadamente están afectando el gran encanto de este lugar. Creo que muchos no se equivocaron al señalar que el gobernador actual ha manejado las cosas de la “patada”; ya que Morelos ahora también es el reflejo de la violencia que se ha extendido en nuestro amado país, ojalá y pronto haya un cambio drástico para bien, porque pareciera ridículo, pero inclusive ya no te puedes echar una pancita con libro en día sábado en la tradicional fonda La Güera, sino qué la pancita con libro es sólo los domingos; hágame favor.
Ojalá y tuviéramos la certeza de que en algún determinado día de la semana habrá paz y tranquilidad en este maravilloso Estado.
Comenten.
Importante este contenido es responsabilidad de quien lo escribe y no representa la línea editorial de Diario de México.