Sobre el barrio más gaucho de Argentina 'Mataderos'

Barrio de Mataderos, Buenos Aires, Argentina

Espada de Dos Manos
Columna de Opinión
Autor: Marcelo Fabián Monges
Escritor y periodista
Lunes 26 de febrero de 2024

A Tereza Cruz Ramos

Todo se desarrolla en el barrio de Mataderos. Un barrio de la ciudad de Buenos Aires creado por una ordenanza municipal el 17 de abril de 1896. El mismo año en que Argentina tendría a todos sus habitantes empadronados con sus huellas digitales. Algo que hizo como primer país en el mundo. Después de que cuatro años antes, Juan Vucetich, ese célebre inspector de policía, junto con su equipo de investigadores, resolvieran el primer crimen en el mundo por medio de las huellas digitales. Un crimen atroz, en donde Francisca Rojas, madre de dos hijos, mató a sus vástagos, culpando a su novio del crimen, para poder casarse con su amante, que le había dicho que se casaría con ella si no tuviera hijos. El crimen se había producido el 26 de junio de 1892.

La historia del barrio de Mataderos está llena de lugares y personajes icónicos, que han ido formando su identidad. De eso hablaremos acá. De los tradicionales e históricos íconos del barrio de Mataderos y de los nuevos. 

Entre esos personajes históricos encontramos al Torito de Mataderos, cuyo nombre real era Justo Suárez, quien nació en 1909 y era hijo de una familia de 25 hermanos. Fue Campeón Argentino de peso liviano en 1930, y en realidad fue el primer ídolo del deporte del país. Lo había entrenado José Lectoure, el tío del famoso dueño del Luna Park, Juan Carlos Lecture. 

Si uno camina y llega a la Plaza Juan Salaberry, en Av. Alberdi al 6300, va a encontrar una placa en homenaje al Padre Mujica, el cura villero de los 70, asesinado en 1974 por la Triple A. (los mismos que secuestraron a mi padre). 

Los domingos uno puede disfrutar también de la tradicional Feria de Mataderos que nació en 1986 y que cubre cuadras enteras y donde uno puede encontrar de todo, desde locro hasta hermosos cuchillos y facones. 

Un baño de barrio. Porque si algo les sobra a sus habitantes es barrio. Allí a nadie, o a casi nadie le podrán decir, te falta más barrio, o te falta ver más Bax, como dice Sylvester Stallone en una publicidad, significando exactamente eso. 

Un baño de barrio que le hace falta a muchos políticos, argentinos y mexicanos, porque muchos viven encerrados en su nube y no conocen los problemas de la gente, lo que vive cotidianamente la gente de a pie. 

Por todos esos lugares me llevaría mi amigo Gustavo Muñoz, en mi reciente viaje a Argentina. A Gustavo lo que conocí en 1990 en una casa ubicada en Benjamín Constante 932, en Uruguayana, Brasil. Allí vivía la señora Tereza Cruz Ramos, una vidente excepcional, que te ayudaba a resolver los problemas de este mundo y del más allá. Algo que hizo siempre en vida, y también después de la muerte, aunque esto no muchos lo saben. Tereza Cruz Ramos era una persona a quien todo el que la conoció, la extraño siempre. No hay otra igual. 

Hace unos días, Gustavo me dijo, te voy a llevar a comer la mejor milanesa del mundo. Y entonces fuimos a “La Central”, Un bodegón que existe desde hace más de 70 años y que atiende actualmente “El Gallego”. La Central está ubicada en Avenida Crovara 773.

Todo lo que te sirven allí es descomunal. Y sí, ahí hacen las mejores milanesas del mundo. Para creerlo tiene que ir, sentarse y probarlas. Y los precios son increíblemente populares.  Eso sí, no vaya solo, porque las milanesas que sirven no las puede comer una persona sola. Vaya con la familia o con los amigos. 

En el turno noche la atención no es igual, ni las porciones. Hay que ir de día. 

Matambre a la pizza y suprema de pollo con papas fritas, también muy recomendables
Matambre a la pizza y suprema de pollo con papas fritas, también muy recomendables.

 

El Cedrón

Continuando la caravana, Gustavo me diría, te voy a llevar a comer la mejor pizza del mundo. Y entonces me llevó al Cedrón. Y ahí me enteré que en esa esquina del barrio de Mataderos, entre las calles de Murguiondo y Juan Bautista Alberdi, hacen las mejores pizzas del mundo. No es para exagerar. No se pueden comparar con las italianas originales ni con las famosas de Las Cuartetas de la Avenida Corrientes. Vaya usted mismo y compruébelo por su propia cuenta. Y, sobre todo, disfrútelas. Eso sí, aproveche el viaje y vaya de día, porque si va un sábado a la noche, tendrá que esperar una larga fila para poder conseguir una mesa. Haya crisis o no. 

Pizza anchoas
Pizza de jamón con anchoas y tomate
El Cedrón
Esquina de Murguiondo y Juan Bautista Alberdi.

La peluquería del fútbol

Con el correr de los días le diría a Gustavo, ya me tengo que cortar el pelo. Y él me dijo, yo también, a lo que me propuso, te voy a llevar a la Peluquería del Fútbol. 

Peluquería del Futbol
Peluquería del Fútbol de Martín Jaime.

Allí atiende el negro Martín Jaime, que es el dueño. Un negro carismático y simpático, que uno apenas lo ve, se da cuenta que ha tenido buen humor toda la vida. La peluquería se encuentra en Avenida Crovara 3134 (Tablada).

La especialidad de Martín es cortarle el pelo a los jugadores de Fútbol. Como consecuencia lógica, conoce a media Asociación del Fútbol Argentino. Martín le ha cortado el pelo a Dybala (Córdobés a mucha honra), jugador de la selección nacional;  al Chanchi  Estévez, quien jugaba en Racing Club de Avellaneda; al Gomito, Cristián Gómez, que jugó en Nueva Chicago, en Arsenal, en Estados Unidos; a Maxi Correa, jugador de Instituto, que también jugó en Nueva Chicago y que incluso estuvo viviendo en su casa. 

En la foto aparece Martín Jaime
En la foto aparece Martín Jaime

Así, de la misma forma, el negro Martín Jaime le ha cortado el pelo a todo el plantel de Rosario Central, Club Atlético All Boys, a todo el plantel del Club Nueva Chicago, a algunos de Belgrano, entre otros muchos. 

Con su profesión, Martín Jaime también terminó conociendo a la máxima estrella de fútbol argentino, Diego Armando Maradona (junto con Messi) y comiendo asado con él, del que cuenta que era un fenómeno también como persona y que lo pudo ver incluso jugar al fútbol personalmente. 


 

Martín Jaime - Maradona
Fotografía en la que aparecen Martín Jaime con Diego Armando Maradona.

Lo cierto es que esa mañana llegamos con Gustavo, Julieta Morales Bravo, quien es su mujer, y Gael su hijo de cuatro años. 

El negro Martín me cortó el pelo en un tiempo pasmoso. No se llevó ni cinco minutos. Y tal fue la velocidad que le imprimió mientras me cortaba que yo me preguntaba cómo quedaría. Pero finalmente quedé muy contento con mi corte. Gael haría tremendo berrinche para que no le corten el pelo, como cuando no quiere cualquier cosa, pero también se iría contento con su corte de pelo. 

La buena onda y el talento para cortar el pelo del negro Martín Jaime, lo han convertido en toda una institución desde hace tiempo en Mataderos.

Marcelo y Martín
En la fotografía aparecen Marcelo Fabián Monges y Martín Jaime, dueño de la Peluquería del Fútbol 

La Fábrica de Sánwiches

Para continuar la caravana gastronómica, Gustavo, para llevarme a comer cosas típicas argentinas que en México no hay, donde estoy viviendo, otro día, me dijo, te voy a llevar a comer los mejores sánwiches de miga del mundo. 

Entonces fuimos a “Los Girasoles de Alberdi”. Allí atiende el dueño, que es un tipo que me recibe como si recibiera a su hermano, por el solo hecho de venir con Gustavo. Ahí está en la parte de atrás de donde se despacha al público,  haciendo sánwiches “en vivo”. Le digo que Gustavo la promociona como la mejor sandwichería del mundo. Juan Carlos con humildad dice que no es cierto. Pero los sándwiches, que me dan a probar apenas llegamos, están indiscutiblemente muy buenos. Entonces le pregunto ¿Cuál es el secretro? Y me dice que: “es todo mercadería fresca, todo hecho en el momento, con abudante materia prima y hecho con amor”. Le pregunto cuánto tiempo tiene haciéndo sándwiches, y me dice que en ese lugar 24 años, pero antes en otro lugar estuvo otros 20 y tantos años. Con lo que lleva más de 40 años en la especialidad. Los Girasoles de Alberdi se encuentra ubicada en Avenida Juan Bautista Alberdi 7256.

Dos
En la foto el dueño de Los Girasoles de Alberdi, Juan Carlos Buenocuero, con Gustavo Muñoz.

Después vendría la discusión si estos negocios están ubicados en Villa Madero, otros en la Tablada (como la peluquería), pero para los efectos de la identidad, todos forman parte de Mataderos. 

En el paisaje, sin duda, no podrían faltar las camisetas de Nueva Chicago, que usan numerosos habitantes del lugar que caminan por las calles todos los días. De este Club, símbolo absoluto del barrio, Gustavo Muñoz, mi amigo, con el transcurso de los años pasaría de hincha, a Jefe de Seguridad de los Jugadores, y con el tiempo a Jefe de Seguridad de todo el Club. 

Un día yendo desde la Avenida Corrientes y Florida en taxi hasta la casa de Gustavo, le cuento al tachero que iba a la casa de un amigo que era el Jefe de Seguridad de Chicago, y el tachero me dice: “Ah, pero debe ser un picante tu amigo, porque no cualquiera es Jefe de Seguridad de Chicago”. A lo que le contesto, sí, la verdad que no cualquiera. 

Esperemos que Gustavo Muñoz, pueda contribuir también en la actualidad, desde ese lugar como Jefe de Seguridad del Club Atlético Nueva Chicago, a que el Fútbol en Argentina se convierta en una pasión sana, donde la vida no valga menos que la camiseta, y que el amor a un equipo sea simplemente eso, y no implique la violencia y la destrucción del otro, simplemente por ser de un equipo diferente. Ojalá pueda aplicar esas ideas de cursos para la paz en el fútbol, con las que viene trabajando y la AFA los aplique en todos los clubes argentinos. 

En 1992, mientras esperaba que el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, me hiciera el prólogo de mi primer libro, me hospedaba en la casa de Gustavo, quien para entonces vivía en otra zona de Mataderos, con Cecilia Caruzo, una rubia solo comparable con Sharon Stone en sus mejores tiempos. 

Estos nuevos valores e íconos del Barrio de Mataderos se mezclan en el paisaje hoy con su historia, parecen salidos de nuevas páginas de Ofelio Vecchio, el historiador del barrio, que sin duda si hoy viviera, se ocuparía de ellos como parte de su historia y del paisaje. 

En la Historia de Mataderos queda el monumento al gaucho “El Resero”, un trabajo realizado por el escultor Emilio Jacinto en 1929, la Central, el Bar de los Payadores, los discursos de Lisandro de la Torre, las luchas sociales en defensa del frigorífico, que defendieron nueve mil obreros de la privatización de Frondizi en 1959. La mucanga, los fileteadores, el viejo Mercado Nacional de Hacienda, el Bar Oviedo. Así, en el Barrio de Mataderos actual, perviven la historia, el alma de los viejos personajes y los nuevos, que forman parte de la identidad del barrio. 

Marcelo Fabián Monges es Cordobés, vive en México hace más de 25 años y es autor de once libros.