Evitar esos ‘clones’

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Por David Somoza Mosquera

Los llamados sesgos inconscientes no son puro cuento. Existen y pueden representar un problema para las empresas. Con frecuencia pueden nublar las tomas de decisiones y comprometer a la compañía, pues se trata de juicios precipitados que muchas veces no son acertados, sino que se forman a partir de las experiencias personales vividas, es decir, de lo que escuchamos o vemos.

La Fundación Adecco ha identificado varios sesgos relacionados con el ámbito empresarial. Estos son de confirmación, anclaje, aversión a la pérdida, meta-sesgo y de afinidad, y es sobre este último al que nos referimos en esta ocasión, en vista de que es uno de los sesgos que más se ve en el mundo laboral.

Este se refiere a la tendencia de favorecer a personas que son similares a nosotros en términos de, por ejemplo, creencias, aficiones, formación, carrera, universidad, habilidad, opinión o procedencia. Y eso que hay en común genera un vínculo de confianza así no se conozca en profundidad a la persona.

Si bien suele ser inconsciente, no es lo más apropiado para las empresas. La razón es muy simple: nos sentimos más inclinados a evaluar de manera positiva a aquellos individuos que son similares o afines a nosotros, en lugar de evaluar de la manera más imparcial posible a todas las personas por igual. 

En el reclutamiento de personal es donde más se evidencia este tipo de sesgo. La persona que contrata, en otras palabras, la o el responsable de seleccionar a los empleados más idóneos para la compañía busca su clon o alguien que sea muy parecida o parecido. 

¿Cuál es el resultado de esa práctica? Que se cuenta con equipos enteros donde todos piensan muy similar y no hay mucho debate o espacios en los que se puedan retar las ideas, contrastar visiones diferentes o complementar propuestas. Al final, termina siendo todo muy llano y sin matices. Nada bueno para las compañías.

Detectar el sesgo por afinidad, sin embargo, puede resultar un desafío, ya que es -como señalamos al principio- inconsciente y, además, puede manifestarse de diversas formas. Así que para evitarlo en una empresa es necesario implementar algunas acciones concretas.

Una de las principales medidas es crear conciencia. Es importante que todo el personal, incluyendo a los jefes o líderes, comprendan qué es el sesgo de afinidad y cómo puede afectar la toma de decisiones en el entorno laboral.

Otros aspectos que son claves para evitar este sesgo es fomentar la diversidad y establecer procesos de selección y promoción basados en criterios lo más objetivos posibles y transparentes.

Estas y otras acciones contribuirán a garantizar que las decisiones que se tomen en materia laboral sean en función de las habilidades y capacidades de los empleados, en lugar de favoritismos o afinidades personales, lo que ayudará a promover un ambiente laboral más equitativo e inclusivo.

Así que quedó demostrado que el sesgo de afinidad es un fenómeno real y puede tener consecuencias nada deseables para las compañías. La recomendación… Evitar esos ‘clones’.