Entrometido en el México dividido

Foto: Cuartoscuro

Por Mike Volta

Falta menos de un mes para que el Instituto Nacional electoral INE cumpla con el mandato constitucional de organizar el proceso electoral para la revocación de mandato del presidente de la República.

El impresionante ego del inquilino de palacio, que siempre ha confiado en el poder de su imagen, para salir avante en cualquier procedimiento que lo mantenga en campaña, generó que su gran bocota le hiciera consentir que se realizare próximamente este ejercicio democrático; y por lo mismo Morena le implementó la aprobación de este teatro. 

Sin embargo, no debemos olvidar que ese señor está ahí en gran parte porque hubo una gran cantidad de personas que decidieron no salir a votar en la última elección presidencial; muchas personas incluyéndome mostramos nuestro enojo con aquellos que nunca van a las urnas, que no muestran ningún tipo de participación en las elecciones. 

Muchos se quejaron en sexenios anteriores que no existía ningún tipo de procedimiento para poder revocar a un mandatario; otros comparan este procedimiento con otros análogos que se realizaron en Bolivia y en Venezuela, sin reparar en que en México aún se cuenta con un INE independiente, que es algo vital que no ocurrió en los países mencionados. 

Pero desafortunadamente estamos divididos, hay fuertes corrientes muy definidas en que: no hay que participar, que esto es una farsa un teatro del presidente de la República para en su momento poder ratificarse y proseguir.

Muchos otros hablan de los posibles escenarios, en el cual es más conveniente y prácticamente imposible (para quienes deseamos la revocación inmediata) tendría que participar para ser vinculante, un número muy importante de ciudadanos para decir NO Y ser muy superiores al voto duro de MORENA, que obvio acarreará gente a votar para que AMLO se quede. 

Otros, convencidos de que ir a votar no es opción, han convocado a una marcha de “terminas y te vas” el día 3 de abril… ahora resulta que marchar es mejor que ir a votar, como si fuéramos iguales que ellos. 

El hecho es que AMLO ya ganó, debe terminar el periodo para el que fue contratado; pero eso no significa que lo haga cómodamente; nos dividió, lastimó, mintió, robó, incumplió y ahora se pugna para darle el premio de la indiferencia; dejando solo al INE en el quizá último proceso que pueda organizar con autonomía y libertad. 

Pareciera que “lo más inteligente que podemos hacer, es hacernos pendejos”

Recordemos que a AMLO ya le salió mal el aeropuerto, el tren maya, la refinería, ya se comprobó que es un corrupto junto con su familia, que solapa delincuentes y está aliado con el crimen organizado…todo le sale mal… ¿porque no también le habría de salir mal el proceso de revocación?

Ojalá todos jaláramos parejo; pero en México no estamos preparados para que esto ocurra. 

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