Por Francisco X. López
Xavier López “Chabelo” es quizás el mexicano más “memeable” que ha existido, su imagen de niño eterno, se presta para diversas bromas. Antes de la existencia de la internet, ya era objeto de chistes y su nombre era conocido por prácticamente cada persona en nuestro país. Porque no sólo era un comediante, conductor, productor, actor y cantante, también fue un personaje los cómics y su figura caricaturizada se veía en los espacios más diversos.
El niño travieso y llorón de las películas cobró vida propia, convirtiéndose en un ícono de la cultura popular durante cinco décadas.
En 1962 se publicó su primera revista, en la cual la imagen del niño grandulón recordaba a Daniel el travieso, incluso al Baby Huey, usando un enorme corbatín, lejos del overol y las coloridas camisas que usaba hacia el final de su carrera. Ésta serie sólo duró ocho números.
Posteriormente, en 1986, salió su segundo cómic: Chabelo y sus cuates, publicado por editorial Antares y con mejor suerte, pues se mantuvo en los puestos de revistas durante 60 números.
En esa oportunidad, Chabelo era un niño aventurero que viajaba al espacio o se enfrentaba a diversas dificultades, siempre buscando dejar una enseñanza para los niños y, siendo un genio del marketing, interactuaba con los robots transformables de la juguetera Ensueño, los cuales eran patrocinadores de su programa. El diseño del personaje era más estilizado y aunque conservaba las facciones del actor, claramente tenía la fisonomía de un niño. Esta imagen serviría de modelo para todas las empresa que creó López, incluyendo su conocida línea de zapatos escolares, los cuales se siguen vendiendo. Aquí el rostro se suavizó aún más creando un personaje mucho más amigable. Este diseño claramente inspiró a su equipo para crear las cortinillas animadas que aparecían durante las transmisiones de En Famila, su emblemático programa dominical.
Pero Chabelo fue más allá, pues aunque nunca se concretó el proyecto de su serie animada, sí pudo en 1995 llegar a las anaqueles como un juguete, el cual pronunciaba algunas de sus frases más conocidas. Esta figura estaba inspirada en el segundo cómic, incluso usaba esa imagen en el empaque, aunque las facciones de la pieza no fueran fieles al dibujo.
Aunque fuera en forma de parodia interpretó versiones de personajes de cómics estadounidenses. Primero fue Chabelo Olsen, el amigo de Superman, además de ser el gran monstruo verde Gulp! que era la ira desatada del apacible César Costa. Ambos personajes de la serie cómica La Carabina de Ambrosio.
Un dato que quedó para el recuerdo y la trivia,es que el último tema que cantó ante el público fue Adiós Superman, Bye bye, Bye bye, una de sus canciones más recordadas y que mejor plasma la personalidad del superhéroe, que celebra su existencia como alguien cercano e inspirador.
Xavier López dejó de existir el pasado 25 de marzo, pero Chabelo es inmortal y como todos los grandes personajes, vivirá mientras sus fans lo recuerden, sigan creando memes y los niños vayan a clases usando su línea de zapatos.
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