Por Francisco X. López
Las noticias van y vienen y lo que antes pudo ser un escándalo, ahora es curiosidad y alimento para los memes por unos cuantos días, hasta que algo nuevo aparece en las redes o los medios convencionales “descubren” alguna noticia.
En el mundo de los cómics en las historietas norteamericanas hay un tema que ha perdido importancia con el paso de los años, este es el número de ejemplares vendidos y la longevidad de las series. Para quien sigue con regularidad las noticias del medio es común encontrarse con anuncios efectistas, que buscan generar ruido y eco en los medios de comunicación.
El inicio de un arco argumental, la muerte o regreso de un personaje, un nuevo nombre bajo la máscara, la revelación de una traición o de que todo lo que sabíamos era una mentira. Todos son trucos recurrentes empleados para impulsar las ventas y generar interés.
La “bomba” más reciente fue el anuncio de que a partir de noviembre Superman saldría del clóset. Como era de esperarse, esta nota dio la vuelta al mundo y se difundió por todos los medios, televisión, radio, periódicos, sitios web y redes sociales tomaron el tema, pero a unos días el interés ha disminuido, perdiéndose en el ruido constante del clickbait.
Millones apoyaron la decisión, otros tantos la cuestionaron, no faltaron quienes se sintieron traicionados u ofendidos y quizá la gran mayoría sólo tuvo un motivo más para burlarse y crear unos cuantos memes.
La verdad es que no, Kal-El, alias Clark Kent, el último hijo de Krypton, defensor de la verdad, la justicia y el modo de vida americano, sigue siendo un hombre blanco heterosexual. El protagonista de esta nueva historia es su hijo Jonatan, producto de su matrimonio con Luisa Lane y quien después de viajar por el universo durante años, regresó convertido en un adulto que se preocupa por todo lo que es políticamente correcto y un historia llena de clichés, conoce a un joven activista que comparte sus preocupaciones por el planeta y la sociedad.
Hay mucho que puede decirse sobre esta nueva serie, sobre todo que es un replanteamiento de la idea original de Superman: un ser con capacidades sobrehumanas que se pone al servicio y defensa de los débiles y los oprimidos. Tom Taylor, el guionista, comentó que el no presentar a este nuevo Superman como un héroe queer se sentiría como una oportunidad desperdiciada, lo cual es muy debatible, pues puede interpretarse como que su identidad sexual define su ideología y sus posturas o que un personaje heterosexual no puede tomar un papel activo en la defensa de las causas sociales contemporáneas.
Un lector con experiencia sabrá que Superman en más de una ocasión se involucró fuertemente en situaciones que lo llevaron a tomar un papel no sólo de inspiración sino de liderazgo, rayando por momento en lo autoritario, basta recordar la historia Superman King of the World de 1999.
Entonces, ¿cuál sería la intención de estos cambios? Lo más lógico es pensar que buscan impulsar las ventas y, sobre todo, atraer la atención de los medios y del público no asiduo a los cómics. ¿Cuánto durará? Solo el tiempo y los reportes de ventas nos lo dirán.
Finalmente, si hay una historia donde Kal-El demuestra atracción hacia su mismo sexo. En el número 79 de Supergirl de 1996, el ente conocido como Xenon muestra a Linda Danvers múltiples posibilidades de su existencia; en una Superman es expuesto a la Kryptonita Rosa y de pronto nota que Jimmy Olsen luce terriblemente atractivo con su corbata de moño. Simplemente una posibilidad, una realidad alternativa, otra historia imaginaria.
