Treinta años de Image Comics (1 de 3 entregas)

Foto: Image Comics

Por Francisco X. López

Los 90 fueron una década de cambios. Los cómics vendían más que nunca y los creativos se estaban convirtiendo en verdaderas superestrellas, principalmente en Marvel Comics, que dominaba las listas con todo lo que oliera a Hombre-Araña y Hombres-X.

El año 1992 marcaba el 30 aniversario del debut del arácnido, que un año antes había recibido su cuarto título mensual y las mercancías licenciadas estaban por todos lados, principalmente las que usaban arte de los autores que trabajaban en la editorial en ese momento.

Ser dibujante puede parecer muy glamouroso, pero no siempre ha sido redituable, menos cuando los contratos establecían pago por página y un porcentaje muy pequeño de regalías cuando el arte se usaba en mercancía relacionada. Hay que recordar que en aquellos años, las reimpresiones no eran tan frecuentes y sólo algunos trabajos muy exitosos se publicaban en tomos recopilatorios.

Un pequeño grupo de artistas pensaba que su trabajo era lo que impulsaba las ventas y no los personajes, por lo cual comenzaron a explorar la posibilidad de convertirse en independientes y crear su propia editorial.
Erik Larsen (Amazing Spider-Man), Rob Liefeld (X-Force) y Jim Valentino (Guardianes de la Galaxia) se reunieron con ejecutivos de Malibu Comics, una pequeña editorial en California, y les gustó su forma de trabajo, pero sobre todo el conservar los derechos y propiedad de sus creaciones y personajes. Otros artistas se unieron a su iniciativa y en diciembre 1991 informaron a Marvel Comics que abandonaban la compañía,

Todd McFarlane (Spider-Man), Marl Silvestri (Wolverine) y Whilce Portaccio (X-Men) se unieron al grupo, pero lo más importante, Jim Lee (X-Men), el niño consentido de Marvel en aquellos años secundó la propuesta y con ello los siete anunciaron la creación de Image Comics.
La estructura de la editorial era la siguiente: cada miembro fundador tendría su propio estudio y produciría sus propios cómics, los cuales se publicarían bajo el sello Image, pero serían manejados y promovidos por Malibu, que tenía amplia experiencia en títulos de bajo tiraje para autores independientes.

El primer título de la nueva editorial fue Youngblood, un grupo creado por Liefeld en 1987, el cual le pertenecía y del que ya tenía diseños e historia adelantados. Apareció en tiendas en abril, presentando dos portadas y una tarjeta coleccionable, un elemento de márketing que ayudó a impulsar las ventas, aunque no tuvo buenas críticas. Dos meses después, y sustentado por una fuerte campaña publicitaria, los fans pudieron adquirir el segundo título: Spawn; que respondió a las expectativas, sobre todo por el trabajo de McFarlane, estableciendo un récord de un millón 700 mil copias vendidas y, con ello contribuyó a que los seguidores confiaran en los proyectos anunciados.

En julio, Larsen presentó Savage Dragon, un personaje que había creado 10 años antes y cuya reimaginación le ha servido para ser el cómic escrito y dibujado por su creador más longevo de la historia. Shadowhawk, de Valentino, y Wild C.A.T.s, de Jim Lee, salieron a la venta en agosto y con las nuevas series anunciadas los fans de la editorial apenas podían esperar los nuevos números que siempre sufrían retrasos.

Finalmente, Cyberforce, de Mark Silvestri, llegaría en octubre y con ello la primera tanda de títulos se completaría. En los siguientes meses nombres como Sam Kieth, Jerry Ordway, Dale Keown, Larry Stroman, Rick Veitch y Alan Moore publicaron con Image; los cómics de autor ya no eran para un nicho reducido de lectores, ahora cualquiera con una buena idea podía comercializar su obra y ganar con ello.

Continuará...